3tres caídas

Ilusión frustrada y Amor desbordado

  • La hermandad acogió con un aplauso en el interior del Sagrado Corazón la decisión de la junta rectora de no salir a la calle

CON un aplauso cargado de madurez recibieron los alrededor de 700 hermanos de las Tres Caídas la decisión adoptada por su junta gestora, lo que no fue óbice para que las lágrimas de los más pequeños se derramaran en el Sagrado Corazón de Jesús. Llovía en la capital y, una vez agotada la hora de demora solicitada, el presidente de la junta gestora, Fabián Tello, indicó poco después de las 17:30 que la cofradía no haría estación de penitencia en la Concepción. "Esto quiere decir que nos quedamos en casa", precisó.

Las previsiones meteorológicas se cumplieron y la Semana Santa onubense se quedó sin una de las estampas más esperadas del Lunes Santo, la de la subida de esta cofradía por la cuesta Cristo de las Tres Caídas. Tampoco pudo disfrutarse del tránsito de la hermandad por las callejuelas de la Huerta Mena, otro momento destacado de la segunda jornada de la Semana Mayor onubense. Pero la estación de penitencia, contenida y emotiva, sí se hizo en el interior del templo, que más tarde abrió sus puertas hasta las 20:30 para que los fieles que abarrotaron el Polvorín pudieran ver a Jesús de las Penas en sus Tres Caídas y a la Virgen del Amor.

El párroco del Sagrado Corazón de Jesús y director espiritual de la hermandad, Feliciano Fernández, inició las oraciones y aseguró compartir la decisión adoptada por la junta gestora. También agradeció la comprensión demostrada por los hermanos.

La primera levantá simbólica, la correspondiente al paso de misterio, que no se movió, fue dedicada a Antonio León Ferrero, hijo del escultor Antonio León Ortega, autor de la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas. Fabián Tello y Antonio Algarra, los capataces, se colocaron delante del paso, adornado con claveles rojos, y dejaron claro a León Ferrero que "siempre seremos respetuosos con la imagen de su padre". Después se le entregó un cuadro con un primer plano del Cristo de las Penas.

En el interior de la parroquia no se movía nadie. Expectantes, todos los miembros del cortejo guardaban silencio y seguían todas las instrucciones, a la espera de que el 2017 permita a su cofradía llenar de luminosidad el Lunes Santo.

Seguidamente tuvo lugar la levantá simbólica del paso de palio, a cargo de Fabián Tello, que cumplía 25 años como capataz del paso de misterio. Acompañado por José Ramírez, Tello, muy emocionado, tuvo palabras de recuerdo para sus padres, "por traerme aquí". También las tuvo para su mujer y su hija, con quienes se fundió en un abrazo. "Gracias por aguantarme", les dijo. El presidente de la junta gestora recibió un cuadro de la Virgen del Amor.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios