AUNQUE al principio todo eran dudas, la esperanza tomó fuerza en el interior de la parroquia de San Pedro cuando se supo que la Cena sí saldría a la calle tras solicitar una hora de demora. La Borriquita también la pidió y los nazarenos esperaban a que su junta de gobierno, reunida en la casa hermandad frente a la iglesia, diera las oportunas directrices y disipara las dudas a la espera de un nuevo parte meteorológico más alentador.

Pero la primavera se hizo patente y el hermano mayor, Juan Carlos Longo, anunció a las 17:15, una hora y cuarto después de la hora inicial prevista, que en cinco minutos la cofradía de la ilusión, la de los más hermanos pequeños, procesionaría un año más con las palmas por las calles de la capital. Para ello, pidió tranquilidad a los diputados de tramo y colaboración a los padres. "Creemos que no lloverá, de lo contrario no daríamos este paso", señaló en el altar mayor ante un silencio absoluto y contenido que más tarde se tornó en ilusión y alegría.

La esperada salida del cortejo por el porche de San Pedro, por vez primera sin gente y vigilada por la Policía Nacional, llenó de gentío la Plaza de San Pedro, donde a las 17:24, cuando se abrió el dintel de la puerta de la parroquia, no cabía un alfiler.

Manuel Gómez Carnicerito indicó a sus costaleros que Pepe Zarandieta quería dedicarles unas palabras: "Gracias por la amistad, el respeto y por estar a mi lado. Casi 30 años he estado con vosotros", aseguró emocionado antes de que tuviera lugar la primera levantá.

Una de las novedades más importantes que esta hermandad lució en el día de ayer es la imagen de San Pedro, de Elías Rodríguez, portando una palma rizada en su mano izquierda, con la que se ha culminado el paso de misterio. Además, la cofradía también estrenó los mantolines y las vestimentas del apostolado. Rosas naranjas, iris morados y alelí rojo, a cargo de Antonio Rivera, llenaron de colorido este paso de misterio, que desfiló a los sones de la Banda de Cornetas y Tambores Virgen de la Salud.

A las 18:00, desde la atalaya de San Pedro, Nuestra Señora de los Ángeles llenaba de luz la tarde. Junto con María Santísima de la Luz, es la única Virgen que no aparece llorando en la Semana Mayor de la capital onubense. El palio, cuyos costaleros siguieron las órdenes de Francisco Rey Roque, lució rosas, orquídeas y calas en tonos rosas. La Banda de Música Nuestra Señora de las Mercedes llenó, con sones de campanilleros, la salida de la virgen.

La Devota Hermandad de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de los Ángeles fue la encargada de abrir de manera oficial la Semana Santa de Huelva, al ser la primera que entró en Carrera Oficial, aunque no fue la primera en salir a la calle, ya que la primera fue la Sagrada Cena desde el Sagrado Corazón de Jesús.

Una vez culminada la Carrera Oficial y tras transitar por la Plaza Quintero Báez, la cofradía de la ilusión de nuevo volvió a su casa, hasta entrar en su templo a paso rápido debido al chaparrón que cayó alrededor de las 22:10 de la noche.