El Cristo de la Vera Cruz de Nerva procesionará 70 años después

La imagen del crucificado ha sido sometida a un minucioso proceso de restauración

Los trabajos de restauración han sido ejecutados en el taller del imaginero sevillano Javier Rodríguez Angulo.
Los trabajos de restauración han sido ejecutados en el taller del imaginero sevillano Javier Rodríguez Angulo. / Juan A.hipólito
Juan A. Hipólito

Nerva, 08 de abril 2017 - 02:13

El Santísimo Cristo de la Vera Cruz de Nerva volverá a procesionar por las calles de la localidad minera tras 70 años de ausencia. Este acontecimiento provocará el traslado de la estación de penitencia del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor, que se desarrollaba el Viernes Santo, al Jueves Santo para que el crucificado reaparezca después de someterse a un minucioso proceso de restauración.

Según informó el hermano mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor, José Borrallo, esta actuación atiende a una reordenación litúrgica muy demandada por los cofrades locales.

"De esta forma, recuperamos una tradición que se remonta a mediados del Siglo XX, época en la que las tradiciones religiosas vinculadas con nuestra Semana Santa tenían gran repercusión social, fomentadas fundamentalmente por el arraigo que por aquel entonces tenía la Hermandad de Penitencia existentes que actuaba bajo el nombre de Hermandad Sacramental de la Vera Cruz", destacó.

Esta imagen preside el altar mayor de la Iglesia de San Antonio de Padua, donde se encuentra el asilo de ancianas, desde 1946.

Tras un primer estudio para analizar las condiciones de conservación en las que se encontraba y la forma en la que el Cristo Crucificado se adaptaría al paso para procesionar en la estación de penitencia, se decidió emprender los trabajos oportunos para realizar una nueva parihuela.

Los trabajos de restauración han sido ejecutados en el taller del imaginario sevillano Javier Rodríguez Angulo. Según destaca el propio restaurador, el Cristo presentaba numerosos desperfectos motivados por la acción de la suciedad y el paso del tiempo, así como pérdidas de elementos y grietas importantes.

"Lo más grave, quizá haya sido el repinte en la policromía, así como el uso de materiales inadecuados para llevar a cabo esa actuación", aseguró.

A la imagen se le han practicado refuerzos para das consistencia a la anatomía del cuerpo, sobre todo a los brazos que penden el peso del mismo desde la cruz, teniendo en cuenta que se alza a trabajaderas.

"No es lo mismo la imagen en posición estática en el altar que procesionando. Para asegurar el paso hemos tenido que incorporarle nuevas cogidas", aclaró el restaurador.

Además, se ha aplicado una policromía más suave y se han empleado otro tipo de productos, impensables hace 70 años, que ofrecerán una protección mayor ante los golpes y la erosión.

"Esta actuación evitará en la medida de lo posible la aparición de nuevas fisuras y darán una mayor consistencia a la propia figura", comentó. Rodríguez cree que la restauración de esta imagen terminará por revitalizar la Semana Santa de la localidad minera.

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