La Hermandad de la Vera Cruz y Oración en el Huerto esperó la hora de demora que permite el Consejo de Hermandades en situaciones climatológicamente adversas y pusieron la cruz de guía en la puerta de la Purísima Concepción a las 20:35. A partir de ahí todo fue con normalidad buscando la carrera oficial, este año de nuevo por Cardenal Albornoz.

El año pasado no pudo salir la cofradía y en este sí hicieron su pública manifestación de fe. Se ponía en marcha en el interior del templo con sendas levantá. Dos personas especialmente vinculadas a esta archicofradía. En el paso del Señor la hizo José María Segovia Azcárate, y en el paso de Nuestra Madre y Señora de los Dolores, Manuel Casillas.

Los pasos llevaron un exorno floral que sorprendieron y mucho. Un nuevo trabajo de Antonio Rivera. En el del Señor de al Oración, un rojo cardenal con un toque de belleza especial. El olivo muy grande, con mucho movimiento. En el paso de palio, se volvió a elegir rosas de color rosa en un tono suave que jugaba con el burdeo, palio; la gran novedad fueron los bouquets redondos y especialmente grandes. Este año entre los estrenos hay que señalar la restauración del frontal del paso, así como restauración y plateado de los respiradores.

En la cofradía, acompañado por nazarenos que vestían la túnica de la Vera Cruz, se portaba el lignum crucis.

Diversos momentos en la vida de la cofradía se recrean todos los años en la tarde del Jueves Santo, como es su paso por el Palacio de Mora Claros, una familia especialmente vinculada a la hermandad, que este año cumple su centenario. Sin olvidar que hace 75 años también les llovió a la cofradía, en el Domingo de Ramos con su nueva imagen del Señor de la Oración, tras ser destruida su imagen en la guerra civil.

La de ayer fue una jornada intensa y del sabor cofrade más onubense