El Calvario reina en solitario en el silencio de la noche

EL Calvario fue finalmente la única de las cuatro cofradías del Lunes Santo que realizó estación de penitencia en la capital. Y lo hizo imponiendo su silencio y saciando de sed de cofradías a los onubenses que habían depositado en esta hermandad sus esperanzas de no ver rota esta jornada, una vez que tanto El Perdón, El Cautivo y Tres Caídas habían adoptado a media tarde la dolorosa decisión de no salir debido a la lluvia.

Esta circunstancia hizo que los alrededores de la capilla del Calvario estuvieran abarrotados de gente, más que en otras ocasiones cuando a la hora de salida el resto de cofradías de la jornada se encuentra abandonando o en plena Carrera Oficial.

La decisión de salir se hizo de rogar hasta el último momento. A las nueve de la noche, las puertas del templo permanecían cerradas y los costaleros, cuya cuadrilla cumple este año 40 años, aguardaban órdenes en la puerta, sin saber aún si se situarían o no bajo las trabajaderas.

Por fortuna, la lluvia, amenazante y presente durante gran parte de la tarde, dio una tregua en el último tramo del día lo que, unido al corto recorrido que la hermandad debe realizar, hizo posible que la junta de gobierno adoptara la decisión de realizar estación de penitencia en la iglesia de la Concepción.

Apenas pasaron unos minutos de las nueve de la noche, cuando se abrieron las dos grandes hojas del templo y el cortejo se puso en la calle y el silencio, roto tan sólo por el trío de capilla, se impuso en la noche de Huelva. Una saeta recibió al primero de los pasos de la cofradía, el de Nuestro Padre Jesús del Calvario que con paso firme avanzó entre el gentío que se agolpaba en las inmediaciones del templo.

Con la oración cantada de una saeta fue recibido también el palio de la Virgen del Rocío y Esperanza , cuya candelería lucía en las velas situadas en la parte más cercana a la talla de Sebastián Rojas motivos que hacían referencia al escudo de la fundación creada por la hermandad, el papa Pablo VI y el primer escudo franciscano.

La de ayer fue una jornada completa de Lunes Santo para la Hermandad del Calvario que tuvo muy presente durante toda la estación de penitencia a María Isabel Romero, la que fuera mayordoma de la cofradía y fallecida en "acto de servicio" como apuntó durante la mañana el hermano mayor, Estéfano Molín. "Todos la vamos a tener hoy en el recuerdo. La recordamos cada día y éste será el primer año que no podré tenerla a mi lado en la presidencia", señaló visiblemente emocionado durante el acto de la primera levantá que tradicionalmente realiza El Calvario en la mañana del Lunes Santo, y que contó con la presencia del alcalde, Gabriel Cruz, y el subdelegado del Gobierno en Huelva, Enrique Pérez Viguera.

Un acto de reconocimiento que este año correspondió a Joaquín Garrocho en el palio y al que fuera capataz general y actual presidente del Consejo, Antonio González, que no dudó destacar su agradecimiento. "Es mi hermandad. Son mi gente. Con ellos me siento feliz", subrayó.