Ya a las ocho de la tarde todos los aledaños al templo de las Mercedes en la calle Jovellanos se encontraba completamente repleto de un público que no quería perderse la dificilísima salida de las tres imágenes. Los aromas, sonidos y colores de la Semana Santa van poco a poco conquistando todos los rincones de la Costa Occidental de Huelva, cuya actividad cofrade se eleva paso a paso y, un año más, mirando al cielo dadas las adversas condiciones meteorológicas anunciadas para los días de mayor fervor religioso.

Mientras tanto, ayer martes, los isleños pudieron disfrutar de un intenso ambiente cofrade con la con la estación de penitencia de la Fervorosa Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, María Santísima de la Amargura, Bendito Patriarca Señor San José y Jesús Niño (más conocida como Buena Muerte), que con sede canónica en la Parroquia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder sacó a la calle sus dos pasos desde la Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles y en medio de una gran multitud.

En su procesionar, esta corporación isleña, muy querida en general por todos los vecinos, recorrió algunas de las principales calles del casco urbano de dicha ciudad costera, dejando estampas irrepetibles durante su transcurrir por las calles Baja y Santo Domingo de Guzmán, o a su paso ante la Parroquia de los Dolores.

También fue especialmente emotiva la entrada del Cristo y de Nuestra Señora de la Amargura en Gran Poder, antes de la entrada de los dos pasos, calzado cada uno de ellos por una cuadrilla de 35 costaleros, en la Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles, ya de madrugada.

Salida de María Santísima de la Amargura de isla Cristina.

Esta hermandad fue fundada en el año 1957 por iniciativa de las personas que formaban la asociación de Jóvenes de Acción Católica de la Parroquia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder de Isla Cristina, que sacaban al Cristo Crucificado en vía crucis. Su primera salida en procesión fue en 1958, haciéndolo con un solo paso, el del Cristo, permaneciendo así hasta 1974, cuando se incorporó la imagen de María Santísima de la Amargura, que procesionó sin palio hasta la Semana Santa de 1988.

Sobre sus imágenes titulares, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte se realizó en pasta de madera en los talleres El Renacimiento de Olot (Girona) por el tallista catalán Martí Casadevall ‘El Sergi’, autor del molde y el diseño. La talla tiene concedidos varios premios internacionales en distintas exposiciones mundiales: Medalla de Oro en la Exposición de Filadelfia (EE.UU.) en 1926 y Medalla de Oro en la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929. Fue adquirido por la hermandad en 1957. El paso representa el misterio de Cristo crucificado y muerto, siendo de un gran realismo su serena expresión de buena muerte y destacando por su envergadura, al tratarse de un Cristo de 1,80 metros de altura.

María Santísima de la Amargura es una imagen de candelero para vestir, realizada en madera por el tallista sevillano Luis Álvarez Duarte en 1974, por encargo de la hermandad. Procesionó por primera vez en abril de ese mismo año. Esta imagen dolorosa es una de las más inspiradas de Álvarez Duarte debido a su gran belleza y a la expresión de dolor de su rostro de madre desconsolada. También destacan sus manos. A la Virgen de la Amargura se le concedió en el año 1999 la Medalla de Oro de la Ciudad y la Medalla de Cruz Roja Isla Cristina con motivo de la celebración de su 25 Aniversario.

Lepe vivió un año más su tradicional vía crucis del Martes Santo que sacó en andas al Cristo del Mar, la imagen más antigua de las que procesionan en la localidad.