El emotivo acto de la exaltación de la saeta organizado por Huelva Información y El Corte Inglés, ha tenido lugar otro año más en la Parroquia de la Purísima Concepción. No es un año cualquiera, sino el de la 30 edición de este tradicional evento que se instaura en las últimas semanas de Cuaresma y que abre camino a la Semana Santa de Huelva. Con ensayos en la calle, los pasos en montaje y el olor a incienso en cada rincón, todos los presentes pudieron vivir una excepcional exaltación con las saetas de Ana de Caro, la voz literaria de Nacho Molina y sin faltar como en cada edición, las notas de la Banda Sinfónica Municipal bajo la dirección de Francisco de la Poza.

El responsable de Comunicación, Sostenibilidad y Relaciones Institucionales de El Corte Inglés de Huelva, Sevilla y Córdoba, Francisco Mendoza, ha anunciado la noche como maravillosa y no se equivocaba. Con el Señor de la Vera Cruz en el altar y la Virgen de los Dolores vestida de hebrea, la idiosincrasia de la parroquia y bajo la atenta mirada de lo titulares de todas las hermandades se ha vivido una noche que se puede calificar como inolvidable.

Todo comenzó con la marcha Soleá dame la mano, que se abría camino entre el silencio del público. La Banda Sinfónica Municipal de Huelva, siempre con su forma espléndida de interpretar cada partitura, tocaron las primeras notas dando paso a una de las noches más entrañables para los cofrades que llevan asistiendo a este acto una treintena de años. Una marcha histórica, que suena a Semana Santa, interpretada desde el corazón y que ya tiene más de un siglo.

Tras ella, llegó el turno de Nacho Molina, una persona que muchos han descrito como polivalente, concejal de Cultura, periodista y gran cofrade que empezó su nutrido discurso con estas palabras: "Fuera Huelva donde siempre se cantó mejor". Recordaba la Huelva que caminaba por un suelo empedrado, un lugar donde "nunca como aquí sonó una saeta en la calle". Esa ciudad cuna de saeteros que atraviesan el gentío al rezar sus letras. "Aquí se aprendió siempre a cantar", en un recorrido por las famosas voces de Arcángel, Argentina, Eduardo Carrillo, María Ángeles Cruzado, Mario Garrido, El Marismeño, Jeromo Segura, entre muchos y como no, Ana de Caro "con la que seguro no se dormirán los Apóstoles en el paso". 

La cantaora onubense Ana de Caro, en plena interpretación de una saeta.

Tras esta intervención llegó el momento más esperado, Ana de Caro, con la ilusión de una niña y una voz imponente, rezó a través del cante Costalero que junto a la Banda Sinfónica Municipal de Huelva levantó a toda la iglesia en un gran aplauso. Volvieron las palabras de Nacho, encontrando a Huelva en cada parte de un palio, con el mar cubriendo su espalda y con la letra de una saeta como orfebrería. Unas frases hechas a medida para la Virgen de los Dolores, que como Nacho Molina ha contado, tiene mucho de su tierra. 

De nuevo la esperada Ana, esta vez en solitario, cantando una saeta dedicada al Señor, con el que se reencontrará en la calle en las próximas semanas. Una saeta en la que, si cerrabas los ojos, uno se podía transportar al Domingo de Ramos o el Miércoles Santo, cuando la voz de la artista más presente se encuentra en Huelva. La piel se erizaba al escuchar sus plegarias, en un rezo en el que Ana engrandeció más si cabe, el nombre de las saeta en Huelva. 

"Choqueros diciendo te quiero"

La voz de Ana se entrelazaba con la lectura de Nacho, en la que las hermandades de Huelva también estuvieron muy presentes con las saetas que se le dedican a cada una de ellas. "Choqueros diciendo te quiero" y sin dejar atrás un guiño a la cantaora Ana de Caro, frente la Virgen de la Esperanza. Un discurso que finalizó con la letra de la saeta más bonita cantada, hace 25 años, rezaba Nacho, "no le cabía más Huelva a San Francisco que acogió al lirio morado". Unos años especiales en los que "La Esperanza curó en sus brazos a su hijo Nazareno".

Si lo de hasta ahora ya había sorprendido, nadie se quedó indiferente cuando el piano de cola a manos de Juan Antonio Márquez comenzó a sonar y la voz de Ana retumbó en toda la iglesia interpretando Esperanza de María con una voz celestial en la que los querubines del cielo bajaron para escucharla. Acompañada de una coral compuesta por tres de sus alumnas, fue el colofón perfecto en el que la saetera se dejó el alma.

El exaltador, Nacho Molina, durante una de sus intervenciones.

Al principio de este acto, mucho ante de todo esto, los invitados comenzaron llenar la parroquia, que ya se encontraba llena de devotos y cofrades de Huelva desde tiempo antes de que comenzara el evento. Han estado presentes la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda; el Vicario General de la Diócesis, Emilio Rodríguez Claudio; la delegada de Hermandades, Mariola Luengo; el director regional de El Corte Inglés, Enrique Guevara; la gerente de Huelva Información, Adelaida Mellado; el presidente del Consejo de Hermandades, Antonio González; el pregonero de la Semana Santa de Huelva, David Martín; y el hermano mayor de la Archicofradía de Vera+Cruz y Oración en el Huerto, Manuel Acosta. 

La Banda Sinfónica Municipal interpretó las marchas Victoria del polvorín y, como ya es una tradición, Madrugá para cerrar el acto. Un acto que termina con aliento a Huelva en Cuaresma, a Huelva en Domingo de Ramos a una ciudad que espera con los brazos abiertos revivir todo lo soñado y acompañar al Señor y a su madre en su penitencia.

La Banda Sinfónica Municipal de Huelva, durante el acto.