Después del Domingo de Ramos, han comenzado a sucederse las estaciones de penitencia que, ya de forma casi ininterrumpida, van a ir recorriendo las calles de las principales localidades costeras.

ISLA CRISTINA

Isla Cristina, que se echó a la calle para vivir una intensa tarde-noche de Martes Santo en compañía de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, María Santísima de la Amargura, Bendito Patriarca Señor San José y Jesús Niño, conocida en la localidad popularmente como Buena Muerte, que con sede canónica en la Parroquia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder sacó a la calle sus dos pasos, el de misterio del Crucificado y el de palio de la Amargura, desde la Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles (Ermita) a las 20:30.

Esta querida corporación isleña recorrió las calles de la localidad por espacio de unas cuatro horas y media. Como todos los años, los puntos más bonitos e impresionantes del recorrido fueron su paso por las calles Baja y Santo Domingo de Guzmán, así como su transcurrir ante la parroquia de los Dolores y su paso por el Gran Poder.

Con Manuel Ramón Contreras Montenegro como hermano mayor, la cofradía estrenó la restauración y enriquecimiento de los dos candelabros delanteros del Crucificado, realizados por Antonio Ibáñez, así como un puñal con motivos en plata para la Virgen, obra de Orfebrería Andaluza.

El Cristo fue acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Expiración de Huelva, y el de palio de la Amargura por la Banda de Bonares.

LEPE

Lepe también vivió ayer una intensa noche con el tradicional vía crucis el cual partiendo de la Capilla Cristo del Mar, sacó un año más en andas a la calle al Cristo del mismo nombre. Se trata de la imagen más antigua de todas las que procesionan en la Semana Santa lepera, la cual originariamente perteneció a la Iglesia Conventual de Nuestra Señora de la Piedad o Convento de las Monjas. La comitiva salió a las 22:00 para regresar al templo unos treinta minutos después de la media noche.