Prevenir la gripe

Salud sin Fronteras

La gripe causa picos de consultas e ingresos. Andalucía inicia ya la vacunación para grupos diana y los profesionales deben implicarse por obligación ética

La inmunosenescencia supone una debilitación del sistema inmune y una menor capacidad de respuesta frente a las infecciones.
La inmunosenescencia supone una debilitación del sistema inmune y una menor capacidad de respuesta frente a las infecciones. / Miguel Ángel Salas
José Martínez Olmos
- Ex sec. general del Ministerio de Sanidad y profesor de la EASP

14 de octubre 2025 - 08:51

A lo largo del mes de octubre comienza una nueva campaña en Andalucía para la vacunación antigripal dirigida a determinados grupos de población: niñas y niños de 6 a 59 meses, personas mayores de 60 años, personas con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas y profesionales de la salud y del sector sociosanitario.

La gripe es una enfermedad vírica altamente contagiosa que se manifiesta habitualmente en forma de epidemias en época de otoño e invierno y no es un simple resfriado: cada temporada provoca miles de consultas médicas, hospitalizaciones y complicaciones graves, sobre todo en las personas más vulnerables. El impacto en el sistema sanitario y en la sociedad es muy relevante, especialmente entre los mayores de 60 años.

El impacto es muy relevante especialmente entre los mayores de 60 años

Según el Plan Estratégico de Vacunaciones de Andalucía, cada año se producen entre 3 y 5 millones de casos graves por gripe y entre 300.000 y 650.000 muertes a nivel mundial (hasta 15.000 muertes en España y entre 500 y 2.000 en Andalucía). Con estos datos y con la evidencia acumulada durante muchos años, hay que señalar que vacunarse frente a la gripe no solo protege a quien recibe la dosis, sino que también contribuye a reducir la transmisión en la comunidad. En este sentido, la vacunación en adultos mayores tiene un doble efecto: protege a quienes más riesgo tienen de complicaciones, y si nos referimos a la vacunación de profesionales de la salud y sector sociosanitario es algo que, además de proteger a personas vulnerables, también actúa como motor de concienciación para el resto de la población.

Hay que señalar la importancia de la información y la concienciación a la sociedad sobre las ventajas y la necesidad de protegerse frente a la gripe accediendo a la vacunación para todas aquellas personas incluidas en los grupos diana de la estrategia de vacunación institucional en Andalucía y creo que también hay que reclamar una mayor implicación del colectivo de profesionales citado, ya que las coberturas en este ámbito son mucho más bajas de lo deseable y creo que hay una exigencia moral que debiera llevar a asumir como una obligación ética de los profesionales para que se vacunen como un compromiso con sus pacientes y la población asignada en sus cupos.

La inmunosenescencia supone menor capacidad de respuesta frente a las infecciones

El envejecimiento de la población conlleva la aparición del proceso de inmunosenescencia, una debilitación del sistema inmune y una menor capacidad de respuesta frente a las infecciones. Para hacer frente a esta realidad, se han desarrollado vacunas mejoradas frente a la gripe que se caracterizan por disponer de inmunogenicidad aumentada, para ofrecer una mejor protección en este grupo de población mayor y ayudar a prevenir hospitalizaciones y complicaciones graves.

De hecho, algunas comunidades autónomas han implementado estrategias muy eficaces que han conseguido tasas de vacunación elevadas en mayores. Estos ejemplos muestran que, con campañas de comunicación cercanas y un acceso fácil a la vacuna, es posible proteger mejor a quienes más lo necesitan. Reforzar la vacunación en mayores de 60 años con las mejores herramientas disponibles es apostar por una sociedad más sana, solidaria y preparada.

Las campañas de vacunación frente a la gripe, si se gestionan con acierto, pueden contribuir a prevenir mortalidad y morbilidad especialmente en los grupos de mayor riesgo de complicaciones. Las personas mayores de 65 años hospitalizadas por problemas respiratorios o cardiovasculares asociados a la gripe en España sufren de manera especial en hospitalizaciones y en tasas de mortalidad. Y desde el punto de vista de la gestión de la epidemia de gripe, la prevención a través de la vacunación a los grupos prioritarios puede ayudar a disminuir la carga asistencial que conlleva el importante número de casos en la época de otoño e invierno.

Finalmente, el uso de mascarilla en la época de epidemia de gripe debiera ser obligatorio para profesionales del sistema sanitario y sociosanitario en todo su horario laboral y, también, para los pacientes y familiares que acuden a cualquier servicio sanitario o sociosanitario en el interior de las instalaciones. Otras medidas como el lavado de manos, son aconsejables siempre; más aún en periodos de epidemia.

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