Alertan del creciente consumo de bebidas energéticas en jóvenes
Alimentación
Un estudio español analiza la tendencia creciente y su impacto en la salud
Países como Lituania, Letonia, Noruega o Polonia han introducido leyes que prohíben o limitan su venta a menores de edad

El consumo de bebidas energéticas entre estudiantes españoles de 14 a 18 años está aumentando de manera constante desde 2014, alcanzando cifras preocupantes en 2023, cuando casi la mitad de los jóvenes (47,7%) admitió haberlas consumido en el último mes. Estos datos provienen del reciente estudio realizado por el CIBER de Epidemiología y Salud Pública, publicado en el European Journal of Pediatrics, que analiza tendencias y perfiles de consumidores durante casi una década.
El estudio también recopila algunas evidencias sobre su impacto en la salud de los jóvenes. El consumo frecuente de bebidas energéticas preocupa a expertos en salud pública por los riesgos que implica, sobre todo en población joven. Estas bebidas, además de altas cantidades de cafeína (entre 70 y 80 mg por lata), suelen contener azúcares añadidos, taurina y otros estimulantes como guaraná, cuyos efectos combinados pueden provocar problemas cardíacos, ansiedad, insomnio y aumentar el riesgo de diabetes y obesidad.
En el periodo analizado (2014-2023), la prevalencia del consumo aumentó desde el 40,4% hasta el 47,7%. Aunque tradicionalmente los chicos han sido los principales consumidores, el estudio destaca que la brecha de género se está cerrando rápidamente debido al fuerte incremento en las adolescentes. En concreto, en 2023 el consumo en chicas alcanzó el 40,7%, superando en más de nueve puntos la cifra registrada en 2014. Asimismo, el consumo de alcohol es uno de los factores con mayor asociación, incrementando significativamente la probabilidad de consumir estas bebidas estimulantes. También preocupa que el consumo de tabaco y cannabis esté estrechamente ligado al de bebidas energéticas, sugiriendo un perfil de adolescentes con conductas de riesgo más marcadas.
El estudio evidencia claras diferencias regionales. En 2023, las comunidades autónomas con mayor prevalencia fueron Cataluña, Baleares, Andalucía, Canarias, Extremadura y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, con porcentajes que oscilaron entre el 47,5% y el 55,4%.
Llama la atención el fuerte incremento experimentado en comunidades como Galicia, Murcia y La Rioja, regiones donde aún no existen planes específicos para abordar esta problemática. Por otro lado, Ceuta y Melilla fueron las únicas regiones donde se observó una disminución del consumo durante el período analizado.
Países como Lituania, Letonia, Noruega o Polonia han introducido legislaciones que prohíben o limitan la venta de estas bebidas a menores de edad, obteniendo resultados positivos en la reducción del consumo. Canadá también implementó restricciones similares con efectos significativos. Por tanto, los autores del estudio recomiendan que España considere la adopción de políticas regulatorias específicas, junto con campañas educativas dirigidas especialmente a los adolescentes más vulnerables.
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