Perspectivas disonantes sobre la confianza en la aplicación de la IA

Inteligencia artificial en medicina

Solo el 56% de los pacientes confía en el uso médico de la Inteligencia Artificial, frente al entusiasmo mayoritario entre los clínicos

Un instante de la presentación del informe Future Health Index 2025, publicado por Philips, que alcanza su décima edición.
Un instante de la presentación del informe Future Health Index 2025, publicado por Philips, que alcanza su décima edición. / M.G.
Ramiro Navarro

23 de junio 2025 - 08:27

Aunque la transformación digital avanza con fuerza en el ámbito sanitario, la inteligencia artificial (IA) aún genera importantes reticencias entre los pacientes, lo que puede frenar su adopción a gran escala. Así lo revela el Future Health Index 2025, el informe global de Philips que, en su décima edición, analiza el papel de la IA en el futuro de la salud a partir de encuestas a casi 2.000 profesionales sanitarios y más de 16.000 pacientes en 16 países, incluyendo España.

Las cifras sobre esa brecha de confianza entre profesionales y pacientes indican que, mientras el 77% de los profesionales sanitarios se muestra optimista sobre la capacidad de la IA para mejorar los resultados clínicos, solo el 56 % de los pacientes comparte esa visión. Importa la tecnología e importa el para qué. El 80% confía en la IA para agilizar gestiones administrativas, pero el porcentaje baja al 65% cuando se aplica al triaje o priorización de casos urgentes. Y cae aún más en tareas que implican decisiones clínicas complejas. Esta cautela se refleja en que un 45% de los pacientes asegura sentirse más tranquilo cuando un profesional revisa las recomendaciones generadas por la IA. Además, un 41% exige que estas tecnologías estén respaldadas por pruebas previas de seguridad y eficacia antes de ser utilizadas.

El 78% de los clínicos muestra preocupación por la responsabilidad legal en caso de error

Por parte de los profesionales sanitarios, aunque reconocen el potencial de la IA para reducir tiempos de espera (72%), automatizar tareas repetitivas (90%) o prevenir ingresos hospitalarios gracias a una atención más proactiva (67%), también señalan barreras relevantes. El 78% muestra preocupación por la responsabilidad legal en caso de error, el 65% por los posibles sesgos algorítmicos que generen desigualdades, y más del 40% demanda evidencia científica, directrices claras y transparencia en los datos que fundamentan las recomendaciones.

A estos desafíos se suma el impacto en la experiencia del paciente. El informe destaca que el 88% ha sufrido demoras al intentar acceder a un especialista, y un 29% afirma que su salud se ha visto perjudicada por ello. Aunque el 72% valora positivamente el uso de tecnología en la atención sanitaria, el 55 % teme que esto conlleve una pérdida del contacto humano con los profesionales.

Ante este contexto, el informe propone cinco líneas de acción para lograr una adopción responsable de la IA: diseño centrado en las personas, colaboración fluida entre profesionales y tecnología, acreditación científica de las aplicaciones, regulación adaptada que equilibre innovación y seguridad, y construcción de alianzas entre todos los actores del sistema sanitario.

La inteligencia artificial es clave para responder a los desafíos del sistema de salud y aliviar la presión asistencial”, afirma Miguel de Foronda, director general de Philips Ibérica.Pero solo si fortalecemos la confianza y situamos la colaboración en el centro, lograremos que la IA convierta nuestro sistema sanitario en uno más humano, eficiente y accesible”.

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