Semana Santa

Los mayores riesgos para la salud que pueden sufrir los costaleros durante Semana Santa y cómo prevenirlos

Los mayores riesgos para la salud que pueden sufrir los costaleros durante Semana Santa y cómo prevenirlos

Los mayores riesgos para la salud que pueden sufrir los costaleros durante Semana Santa y cómo prevenirlos

Los costaleros forman parte esencial de la estampa de Semana Santa, para muchos los encargados de llevar 'en brazos' a los santos a los que se rinde devoción y pasean por las calles de las ciudades durante estos días. Esta tradición se remonta a varios siglos atrás y es muy arraigada en la cultura y religiosidad de las comunidades que la practican. Aunque se trata de una actividad muy arraigada en la cultura popular en muchos lugares, los especialistas alzan la voz advirtiendo de los riesgos a los que se exponen tras varios días que pueden ser extenuantes para el cuerpo. Los costaleros suelen cargar una media de 35 kilos en cada paso, durante periodos que pueden durar de dos a seis días. Factores como el estrés, la falta de preparación previa y un estado de salud no acorde con el esfuerzo requerido durante las procesiones religiosas, pueden aumentar aún más los riesgos asociados a esta practica. 

RIESGOS

Según advierten los especialistas, los riesgos más comunes que suelen tratarse en las consultas son:

  1. Lesiones musculares: cargar el peso de los pasos durante largas horas puede causar lesiones musculares, especialmente en la espalda, piernas y hombros. Son comunes los esguinces de rodilla o tobillo, las lumbalgias o incluso las roturas de menisco, como consecuencia del incremento del esfuerzo físico exponencial en poco tiempo y, en muchos casos, una mala distribución del peso bajo el paso.

  2. Deshidratación: El itinerario de las procesiones, sobre todo en Andalucía, suele tener lugar en horarios de mucho calor y con una duración larga, lo que puede aumentar el riesgo de deshidratación. Asimismo, una vez que los costaleros están debajo de los faldones y comienzan a cargar el paso, su cuerpo empieza a consumir ácido láctico de forma progresiva, lo que puede generar nerviosismo y fomentar la deshidratación. 

  3. Problemas cardiovasculares: el esfuerzo físico de cargar los pasos puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares. Así, la antropometría, las cifras de presión arterial y el esfuerzo que realizan pueden aumentar el riesgo cardiovascular a medio-largo plazo en este colectivo.

  4. Fatiga y agotamiento: cargar los pasos durante varias horas seguidas puede causar fatiga y agotamiento, lo que puede aumentar el riesgo de caídas y lesiones.

  5. Lesiones por caídas: los costaleros pueden sufrir lesiones por caídas si pierden el equilibrio o si se produce algún incidente durante el trayecto procesional. Esto puede provocar  heridas y quemaduras, más allá de lesiones. 

Consejos para tratar 

Traumatólogos, fisioterapeutas y podólogos ofrecen diversos consejos a los costaleros para evitar lesiones y riesgos indeseados durante su actividad en las procesiones de Semana santa, un ejercicio que supone un esfuerzo físico intenso y conlleva riesgos para la salud. 

Estos profesionales de la salud advierten que la pisada durante las procesiones religiosas debe realizarse con la planta completa del pie, evitando flexionar completamente las articulaciones de muñeca y codo. También es importante utilizar medidas de protección como fajas o vendajes en las partes del cuerpo que puedan soportar mayor carga.

Asimismo, para prevenir posibles lesiones en el cuello y mantener una postura correcta durante las procesiones religiosas, es recomendable mantener la cabeza erguida y la mirada al frente. Además, esto ayuda a contraer la musculatura abdominal y lumbar.

Tras el fin de los trayectos, como en cualquier deporte, se recomienda parar lentamente y realizar estiramientos, y seguir moviéndose a un ritmo más lento para enfriar los músculos progresivamente y evitar la aparición de dolencias.

Los traumatólogos recomienda preparar el cuerpo con entrenamientos progresivos durante el año. Recomiendan dividirlo en tres periodos diferentes: uno de preparación que puede durar unos seis meses, otro competitivo que corresponde al momento de las procesiones, y un tercero de transición posterior a la actividad.

Para tratar ampollas y dolor de pies, los podólogos recomiendan baños de agua tibia y agua fría, limpiar heridas con antisépticos, realizar masajes suaves e hidratar bien este área. No hay que olvidar seguir una correcta alimentación y beber agua durante el camino, para prevenir la deshidratación y evitar mareos. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios