El Salerm Puente Genil vino con un plan... y no será el último

El primer partido del curso en el Nuevo Colombino será, a buen seguro, un calco de lo que le espera al Recreativo de Huelva a lo largo de la temporada. Un rival bien arropado atrás, esperando su oportunidad al contragolpe para hacer daño, pillar descolocado al conjunto albiazul y aprovechar sus oportunidades. Dicho y hecho.

El plan de partido era el esperado por cualquier aficionado de a pie. El Recreativo llevaría la batuta del partido, al Salerm Puente Genil no le iba a importar en absoluto no ser el dominador del juego y todo pasaría por dominar las áreas. Precisamente, lo que no hizo el Decano. Al conjunto visitante le salió la estrategia a las mil maravillas. Seguramente, mejor de lo que Álvaro Cejudo hubiera pensado cuando empezó a preparar el choque.

El conjunto pontanés ya dio muestras en los primeros minutos de lo que iba a ser durante el resto del partido. Un equipo aguerrido, intenso, buscando no dejar jugar al Recre e interrumpiendo el juego, bien con pérdidas de tiempo o a través de faltas. Aun así, solo se llevó una cartulina amarilla. La vio Polaco por una doble entrada sobre Paolo pegado al banquillo recreativista, lo que propició el primer pique de la tarde entre Pedro Morilla y Cejudo.

Ni mucho menos una tarjeta tan tempranera hizo tambalear el plan rival. Al Salerm le bastó con estar bien plantado sobre el terreno de juego, hacer la presión cuando tenía que hacerla y no desajustarse ni cometer errores que pudieran echar al traste todo lo trabajado.

El buen hacer del cuadro rojinegro le llevó a irse al túnel de vestuarios recibiendo un único tiro a puerta en toda la primera parte. Y en el minuto 44. Mario da Costa armó la pierna y Benito del Valle desvió la pelota a córner. Fue el único disparo y el único 'uy' que se escuchó en el Nuevo Colombino. Al menos por parte de la afición albiazul, porque la veintena de cordobeses desplazados sí pudieron echarse las manos a la cabeza con una doble ocasión de Carlos Ramírez provocada por eso que tanto se alertaba en la previa: una pérdida en campo propio y contragolpe.

El colombiano perdonó una vez, pero no dos. Con el mismo modus operandi, esta vez sí aprovechó un balón suelto en el balcón del área para mandarla a guardar. El Decano hizo lo más difícil, empatar. Como ocurría el año pasado, necesito de un golpe para reaccionar y volcarse hacia la portería de Benito.

Con el 1-1 en el marcador, pocos esperaban que fuera el Salerm el que volviera a ponerse por delante. A la escuadra onubense le pudo más el ansia por hacer el tercero antes que el segundo, se olvidó de defender una falta y Montenegro aprovechó la indecisión para desviar lo justo el balón.

Con una propuesta que podrá gustar más o menos, lo cierto es que los cordobeses se llevaron la victoria, y no se puede decir que fuera injusta. El toque de atención de la segunda jornada debe servir para aprender la lección y saber reaccionar ante rivales que van a plantear un partido similar.

Pedro Morilla recordó que en el Trofeo Colombino "el Zamora nos ganó de una manera similar, en dos situaciones de contra y estrategia". Sin ir más lejos, el Atlético Central de Tercera RFEF también aprovechó su oportunidad para llevarse el partido en el último envite de pretemporada. Ya van varios avisos de un tipo de partido que "vamos a ver más veces y debemos estar más listos". Que así sea.