Recreativo

La realidad impone un cambio de objetivo al Recreativo

  • El Decano tiene cada vez más complicado clasificarse para disputar las eliminatorias de ascenso

  • El equipo onubense debe asegurar la permanencia de forma matemática cuanto antes

Alberto Quiles es acosado por varios rivales, en el partido del pasado domingo ante el Villarrobledo

Alberto Quiles es acosado por varios rivales, en el partido del pasado domingo ante el Villarrobledo / Alberto Domínguez (Huelva)

Toca cambiar de objetivo. El Recreativo de Huelva, tras el empate del pasado domingo en el Nuevo Colombino frente al Villarrobledo (1-1), tiene cada vez más complicado clasificarse para disputar las eliminatorias de ascenso a Segunda División A (actualmente denominada Liga SmartBank). El Decano partía como un serio candidato a meterse entre los cuatro primeros de la tabla, pero después de disputarse 22 jornadas del campeonato liguero de Segunda División B el equipo onubense es undécimo con 28 puntos, a doce de los puestos de play off que marca el Badajoz (que es cuarto, con 40 puntos) y a ocho de los de descenso directo (el Talavera, que es decimosexto, lleva 21).

La ilusión con la que empezaron la temporada los aficionados del Recre, que soñaban con que el nuevo proyecto albiazul repitiera la magnífica campaña del pasado curso en el que su equipo se proclamó campeón del grupo aunque luego no culminara el ansiado retorno a la Liga de Fútbol Profesional, ha ido disipándose poco a poco. La irregular trayectoria del conjunto entrenado por Alberto Monteagudo, su escasa fiabilidad y numerosos tropiezos, han decepcionado a los seguidores recreativistas que ven cada vez más difícil que el Decano esté entre los mejores al acabar la Liga. Las estadísticas reflejan que hasta ahora el balance del conjunto de Huelva es de siete victorias, siete empates y ocho derrotas, con los mismos goles a favor que en contra (24).

El empate del pasado domingo en casa frente al Villarrobledo, penúltimo clasificado y que lejos de su feudo sólo había sumado un punto en toda la temporada, motivó que algunos aficionados albiazules despidieran a su equipo con pitos mostrando su disgusto y desilusión.

Con 16 jornadas por delante (que suponen 48 puntos en juego) el Recre tiene cada vez menor margen de maniobra para acabar entre los mejores. La pasada campaña el Badajoz protagonizó una gran remontada y terminó cuarto con 66 puntos. A estas alturas de competición el equipo pacense era el décimo clasificado. Sumaba 30 puntos en 22 jornadas, pero luego en el tramo final del campeonato encadenó una excelente racha de resultados que le auparon hasta las eliminatorias de ascenso. Vista la irregularidad del Decano, que hasta el momento apenas ha puntuado esta temporada ante los primeros clasificados, parece difícil que pueda emular la escalada del Badajoz.

Por ello, la realidad impone que el Recre debe cambiar su objetivo. Ahora debe centrarse en lograr matemáticamente la permanencia cuanto antes y trabajar para consolidar el proyecto. El curso pasado El Ejido marcó el descenso directo con 39 puntos, mientras que el quinto por la cola, el Jumilla, sumó 43 y también acabó en Tercera División al perder en la promoción de permanencia frente al Real Unión de Irún.En la temporada 2017-18 el Écija fue el cuarto por la cola con 45 puntos y el Mérida, que logró 46, tampoco pudo salvarse en su duelo por continuar en Segunda B ante el Coruxo de Vigo. En esa liga el Recre terminó decimoquinto, con 47, en una campaña en la que tuvo tres entrenadores (Javier Casquero, Ángel López y César Negredo).

Desde que el Decano descendió a Segunda B en mayo de 2015, el equipo de Huelva siempre ha sufrido para no perder la categoría excepto en la temporada pasada. Durante varios años los graves problemas económicos de la entidad, motivados por la pésima gestión en la etapa de Pablo Comas, provocaron embargos tanto de Hacienda como de la Seguridad Social, numerosas deudas e impagos a todos los trabajadores del club. Esas circunstancias lastraron considerablemente el rendimiento deportivo del Recre. Ahora, gracias al Ayuntamiento de Huelva y al árduo trabajo del consejo de administración, el Decano ha dejado de estar en riesgo de muerte inminente. Aunque su economía no es ni mucho menos boyante al menos la alargada sombra de la desaparición se ve como una pesadilla lejana y la primera plantilla cobra sus emolumentos con regularidad.

Llega el momento de pensar en el futuro y planificar la siguiente campaña con una base sólida, sin renunciar ni mucho menos, a dar muchas satisfacciones a la afición albiazul en la temporada actual.

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