Un hombre de fútbol para continuar una de las sagas más exitosas de la historia del Decano
Roberto Ríos conformará una comisión deportiva junto a David Ortega y Adrián Fernández
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La primera piedra del proyecto de la temporada 25/26 ya está puesta. Roberto Ríos, que será presentado este jueves, se encargará de la dirección deportiva en una comisión conformada también por Adrián Fernández y David Ortega. El siguiente paso a seguir es el del entrenador, una pieza que podría darse a conocer a lo largo de la semana para dar paso a las renovaciones y las primeras caras nuevas con las que contará la plantilla en esta nueva andadura en Segunda Federación.
Más de dos semanas después de finalizar el curso en Fuenlabrada, el Recreativo parece que echa a andar definitivamente. Con los trámites institucionales aún por resolver pero más cerca que nunca, las miras se centran en el plano deportivo, donde un apellido ilustre volverá a tratar de llevar al Decano a lo más alto.
Roberto Ríos, un hombre de fútbol como señalan desde Sevilla, es la segunda generación de un sobrenombre que recuerda a tardes gloriosas en el Estadio Municipal, nombre que mantuvo hasta 1987 cuando fue denominado como Colombino. Allí se fraguó el primer ascenso a Primera División de la historia del club de la mano de su padre, Eusebio Ríos.
Oriundo de Portugalete, Eusebio Ríos fue toda una figura en el Real Betis Balompié, donde fue jugador, entrenador y director deportivo hasta bien entrada la década de los 90, donde se marchó a Bilbao para formar parte del Athletic y, de paso, estar más cerca de Roberto.
Pero si es una leyenda en el conjunto heliopolitano, también lo es en el Recreativo. Ríos llegó a Huelva en la temporada 76/77, finalizando en noveno lugar en la categoría de plata. Su implosión como entrenador se dio un año más tarde. La plantilla en la que figuraban nombres ilustres como Gerolami, Isabelo, Víctor Espárrago, Sivianes o Antonio Zambrano logró ascender por primera vez a la élite.
El 'Día D' se produjo en Castalia. Un Domingo de Pentecostés viajaba el equipo a Castellón para disputar la última jornada de la competición liguera. Un punto era suficiente para asegurar la gloria ante un Castellón que logró salvar la categoría de forma agónica en un cuádruple empate a puntos con Real Jaén, Getafe Deportivo y Real Oviedo. El empate sin goles catapultó al Decano a Primera División con Eusebio Ríos en el banquillo, quien pudo disfrutar de una temporada para el recuerdo a pesar del descenso un año después.
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