Hacienda tiene la petición del Recreativo de Huelva para prorrogar su liquidación de 1,8 millones pendientes
El acuerdo para el pago pendiente a la Agencia Tributaría daría más aire al club para preparar el nuevo proyecto, en Primera o en Segunda RFEF
Adrián Fernández: "Nuestro proyecto pasa por llevar al Recreativo de Huelva a lo más alto del fútbol profesional
La liquidación de los 1,8 millones de euros que el Recreativo de Huelva debe realizar a la Agencia Tributaria está en manos de Hacienda. Allí se ha recibido la petición formal de aplazamiento del pago, del que se ha transmitido la plena voluntad de ejecutarlo, pero para lo que se han pedido facilidades. En la práctica, estas pasarían por liquidaciones periódicas hasta satisfacer la totalidad del importe, con los intereses correspondientes. De esta forma el club tendría un margen mayor para afrontar otras obligaciones, que se centrarán, en gran medida, por la configuración del nuevo proyecto para la próxima temporada. Nada nuevo a lo que no hayan recurrido otros clubes de fútbol. Ni el propio Decano tiempo atrás.
Desde el Recreativo no se ha hecho ninguna comunicación al respecto pero la tranquilidad en el seno de la entidad onubense es total. Y la coyuntura actual ayuda a entenderlo así. Con el cambio de titularidad del club, las garantías económicas y de supervivencia estarían completamente aseguradas. Antes de cerrarse la compraventa, el informe de la due dilligence, por sí solo, garantizaba la solvencia interna del Recreativo para comenzar a rodar con los nuevos propietarios. De hecho, ya se pudo atender, antes de ese cambio de manos, el primer pago a la Agencia Tributaria de 400.000 euros con el colchón que supuso la nueva aportación anual del Ayuntamiento de Huelva, en concepto de patrocinio publicitario de la ciudad, con cargo a 2025.
Al margen de esto, la gestión del club ha seguido sus cauces previstos y esta Redacción tiene constancia de que se están atendiendo los pagos a proveedores y, más importante, a trabajadores y plantilla del equipo. Esto evitaría, además, otro posible contratiempo a finales de junio, cuando los clubes deben liquidar cualquier deuda pendiente con jugadores que pueda condenarles a un descenso administrativo. Tampoco será el caso, por lo que parece.
El contexto actual explica el resto. La prioridad ahora mismo es el plano deportivo. El equipo se está jugando la permanencia en la Primera RFEF en las tres jornadas de Liga que restan. Está a tres puntos de la salvación, en estos momentos, y quedan nueve en juego. Hasta que no acabe la Liga no se sabrá qué deparará al Recreativo en un futuro a corto plazo.
En el mejor de los casos, pasaría por trabajar para un nuevo proyecto en la categoría, con el interés por apuntar más alto la próxima temporada, sin los apuros de la actual, y la clara aspiración de volver a categoría profesional. Y en el peor escenario, y muy realista en estos momentos, prácticamente partir de cero en Segunda RFEF con el objetivo único de recuperar la categoría perdida, si fuese ese el caso tras los tres partidos de Liga que restan.
En cualquiera de esos dos supuestos, el club querría tener margen de maniobra económico suficiente para priorizar el proyecto deportivo, aunque siempre sin descuidar la estabilidad institucional, en la que tiene mucho que ver el pago a la Agencia Tributaria.
La negociación con Hacienda que se abre ahora debería acabar con un compromiso de pago firme por parte del club a la Administración, aunque con pagos diferidos para hacerlo más asequible para sus arcas, aun con intereses añadidos. Es una opción a la que suelen recurrir los clubes deportivos pero también empresas ajenas a este ámbito para facilitarles la liquidez y con un coste inferior a una financiación bancaria. Esto ampliaría el margen de actuación a los nuevos rectores del Recreativo para afrontar la planificación de la próxima temporada que, en estos momentos, es incierta: rearmar el equipo para la misma categoría o para una inferior con más urgencias. En ambos casos se presupone ambicioso, dentro de los márgenes del club y estas categorías.
La falta de explicaciones en el club ha disparado los temores en algunos sectores de la afición. No se ha hablado del pago de esos 1,8 millones ni de esa prórroga solicitada a Hacienda. Y los fantasmas del pasado siguen demasiado cercanos. Pero precisamente las garantías aportadas en el proceso de compraventa y la auditoría de cuentas previa debería despejar cualquier atisbo de incertidumbre. Si hubiera problemas para atender obligaciones previamente existentes no se habría producido ese traspaso y esas facilidades de pago solicitadas a Hacienda entrarían dentro de la gestión normal de una sociedad, que está al orden del día empresarial. Ni invento nuevo ni maniobra oscura. Todo dentro de los cauces normales.
Mientras se aspira a cerrar ese acuerdo entre Hacienda y Recreativo, la actualidad deportiva manda y toda la atención está puesta en el partido de Marbella. Si de allí vuelve el equipo con tres puntos, la perspectiva será más positiva, aunque nada estará claro hasta que acabe la Liga. Será entonces cuando se sepa qué proyecto se debe configurar para la próxima temporada. Se podrá trabajar después de pagar los 1,8 millones de euros pendientes a la Agencia Tributaria. Y mucho mejor si es con un plan de pagos periódicos y más asequible a corto plazo para el club. Todo sumará para afrontar una nueva campaña con los objetivos mucho más ambicioso que en la actual.
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