La cuenta atrás continúa. El tiempo pasa inexorablemente y ya quedan menos de diez días para que se llegue al 30 de junio, una fecha marcada en rojo desde hace algunos años por los aficionados albiazules que siguen con incertidumbre y un cierto nerviosismo la actualidad del Recreativo de Huelva.
El club onubense ha llegado a un acuerdo con la Federación Andaluza de Fútbol (FAF), según ha podido saber Huelva Información, para satisfacer la deuda por un importe de 603.000 euros que mantiene con este organismo y que podía haberle impedido competir la próxima temporada en el grupo IV de Segunda División B. Las gestiones realizadas por el Ayuntamiento de la capital onubense han sido decisivas para que se alcance el pacto.
Pero este no es el único frente que debe atender la entidad albiazul, que antes de que acabe el mes tiene una serie de obligaciones ineludibles de pago para poder militar la próxima campaña en la categoría de bronce del balompié nacional. Así, el Decano tiene que abonar 460.000 euros a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) correspondientes a los impagos pendientes de la temporada 2017-18 con la plantilla de jugadores tanto del primer equipo como del filial para no sufrir un descenso administrativo a Tercera División. Además, el Decano debe costear otros 152.000 euros correspondientes al concurso de acreedores para evitar que la sociedad deportiva pueda entrar en concurso de liquidación. Ambas partidas venían recogidas en el pliego de condiciones aprobado por el Ayuntamiento de Huelva para adquirir el 90% de las acciones del Recre de propiedad municipal que posee el Consistorio, de la que ha resultado adjudicataria la empresa Zephir Homes, cuyo administrador es Francisco Mendoza.
En los primeros días de julio el Recre tendrá que depositar un aval de aproximadamente 200.000 euros en la Federación Española de Fútbol (RFEF) para poder inscribir al equipo, un requisito del que están exentos los clubes nacionales que durante los tres últimos años no han tenido denuncias en la AFE, algo que no es el caso.
Independientemente, el Decano tiene que afrontar otra serie de abonos, que ya no conllevan el que pueda competir, como obligaciones ya vencidas con extrabajadores junto a acuerdos de pago a los que ha llegado la entidad con empresas y proveedores o por sentencias que se han ido produciendo en el Juzgado de lo Mercantil.
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