Ochenta equipos en busca de cuatro puestos de oro. Eso es la actual Segunda División B. En la temporada que acaba de concluir ha habido un total de 16 equipos que algún día militaron en Primera División y que ahora purgan sus penas por el pozo de bronce. Lo malo de la categoría es que absorbe de tal manera que se hace casi imposible firmar un paso fugaz por ella. De ahí que tenga especial importancia el ascenso del Mallorca. El club balear descendió en la pasada campaña y a fecha de hoy ya ha sellado su billete de vuelta al fútbol profesional. Puede que no sea el único histórico del fútbol español que encuentra una vía de escape hacia la felicidad, ya que el Elche y el Extremadura (el club blaugrana no es el que estuvo en Primera, sino su club refundado) están en las semifinales por el ascenso a Segunda.

En todos los grupos de la categoría han figurado conjuntos con pasado en la élite del fútbol nacional. En el Grupo I ha competido el Pontevedra. El cuadro gallego, además, ha sufrido para certificar su permanencia. En el Grupo II han participado cinco equipos que acumulan un total de 70 temporadas en Primera División: el Racing (44), el refundado Logroñés (9), el Burgos (6, aunque habría que sumarle otras tres campañas del Real Burgos), el Arenas Club (7) y el Real Unión de Irún (4). Todos ellos han terminado en la zona media de su grupo, menos el Racing, que se quedó a las puertas de jugar la promoción de ascenso a Segunda División y que, con su quinta plaza en el campeonato regular, jugará la Copa del Rey la próxima temporada.

En el tercero de los grupos de Segunda B han militado otros seis conjuntos que pueden rememorar grandes tardes de gloria. Mallorca, Elche, Hércules, Sabadell, Alcoyano y Lleida han dado con sus huesos en el tercer escalón del fútbol patrio después de haber jugado varias campañas en el Bernabéu o el Camp Nou. El mejor clasificado en este ejercicio de todos ha sido el Lleida, que ha peleado por la clasificación para la Copa del Rey. El resto de conjuntos ha tenido que conformarse con lograr una salvación holgada y figurar en la mitad baja de la clasificación.

En el Grupo IV, junto al Recre, han estado los refundandos Extremadura y Mérida. El combinado emeritense no ha logrado su objetivo de la permanencia, pese a jugar el play out. Los pacenses volverán a jugar en Tercera División, alejándose un poco más del fútbol profesional.

En total son 194 temporadas las que se reparten los distintos clubes con pasado en Primera que han jugado en Segunda División B, lo que viene a evidenciar la complejidad que entraña la categoría. Una dificultad que aumentará si se lleva a cabo la reforma planteada, que solo permitirá que veinte de los ochenta clubes formen parte de una competición mucho más selecta y de mayor nivel.