Ser primero es prácticamente imposible. Es bueno asumirlo. Se tienen que dar tantos condicionantes que a estas alturas más allá del normal compromiso público que hay que mostrar pocos son los que creen que se pueda conseguir. Hay dos ligas en la competición del Recre. Una es la del Antequera que descuenta jornadas para el ascenso directo cada semana. Tiene esa velocidad de crucero que adquieren los equipos lanzados. La otra es la de los demás. En esa manda el Recre. Hay una pelea entre otros cuatro o cinco equipos por tomar posiciones para el play-off. Es lo que espera en mayo.

Los primeros tres meses de competición y algún despiste fueron suficiente para ceder un terreno irrecuperable. Ahora la lucha está en asegurar una segunda plaza que aporte ventajas cuando en mayo toque disputar la fase de ascenso. Dos rivales están identificados como los principales enemigos. El UCAM va lanzado. El otro es el Atlético Sanluqueño que visitó el Nuevo Colombino.

Es difícil que alguien lo reconozca, pero la transformación absoluta del Recre en el mercado invernal tenga mucho que ver con esa realidad. El equipo de piernas cortas, balón al pie y ánimo de cristal de la primera vuelta era un caramelo en un duelo a vida o muerte por el ascenso. Sin ninguna fiabilidad. La revolución del bloque más allá de resolver desajustes y problemas de la planificación inicial ha permitido reconstruir un proyecto fracasado por el ascenso directo para convertirlo en bloque más sólido, físico, agresivo y con la entereza necesaria para tener alguna posibilidad en su nuevo escenario. El fútbol dirá.

La visita del Atlético Sanluqueño era vital. El Recre comenzó su partido con el UCAM a tres puntos y su rival con la posibilidad de colocarse en ese mismo pañuelo. La segunda plaza se va a poner muy dura. Ganar a los gaditanos era clave.

El duelo fue equilibrado, tenso y sin apenas ocasiones. Abel Gómez sabe que en Huelva no puede encerrar a su equipo detrás de la pelota como hizo una semana antes. El Decano trató de tener la pelota, dominar y llevar el ritmo. Su oponente no era poca cosa. El Atlético Sanluqueño se plantó con sentido, defendió con orden y buscó el contragolpe. Los papeles claros de la previa.

Es probable que ante la mayor parte de los rivales de la categoría habría valido con lo expuesto en la primera media hora para abrir la lata. El oponente es clase alta del grupo y eso notó. Los empeños por banda de doblar para buscar el área generaron pocas ocasiones claras. El equilibrio fue mayor del que en apariencia mostró el mando de la pelota.

Tuvo que meter una marcha más el equipo onubense. El Decano apretó en los minutos finales de la primera parte con un objetivo claro: tenía que transformar el dominio en control y control en pegada. Iago y Peter le dieron la verticalidad necesaria. El resto fue esperar el momento. Un lanzamiento desde la frontal lo rescató Nacho Heras en el punto de penalti para hacer el primero. Un nueve donde tiene que estar un nueve.

El nuevo panorama imponía cambios, de fichas y de actitud. Iriondo movió su banquillo tras el regreso de vestuarios. Con estar plantado ya no le valía. Si quería arañar un punto del Nuevo Colombino apostar más, arriesgar un poco y esperar el despiste albiazul. Para el Recre jugar en casa con el viento a favor se le hace cómodo. El recinto recreativista pesa por igual a propios y extraños cuando las cosas no salen como uno espera. 

El sesteo en este tipo de fases de los partidos es una tentación peligrosa. Quien se siente seguro tiende a dejarse amodorrar. Es un vicio que ha cometido con demasiada frecuencia el equipo de Abel Gómez esta temporada. Cuando parece que ya nada va a pasar llega el susto y reactivarse suele costar el doble. En ese alambre se movieron los dos equipos a la hora de partido. El Sanluqueño apretó como correspondía mientras el Recre dudó entre replegarse o contrarrestar. Iriondo movió de nuevo el banquillo. Abel siguió expectante. Fue el partido el que le hizo reaccionar. La lesión de Peter obligó a dar entrada a Adrià Arjona. Hay que reconocer que al menos tras el mercado de invierno cuando uno mira al banquillo ve algo más que telarañas. 

Poco fue cambiar el técnico recreativista. El Sanluqueño se adueñó del partido. El Decano metió un central más, adelantó a Rubén Serrano y decidió que era mejor defender el botín que tratar de ampliar la renta. En valentía va justo el técnico albiazul. A los gaditanos las fuerzas le dieron para poco más. El duelo fue apagándose mientras la descomposición del visitante daba alguna oportunidad para sentenciar. Nada. La angustia de siempre y otros tres puntos para seguir al frente de la otra liga, en la que no cuenta el Antequera.

FICHA TÉCNICA:

Recreativo: Rubén Gálvez; Juanjo Mateo, Manu Galán, Rubén Serrano, Fran Ávila; Josiel Núñez, Iago Díaz (Salinas, 75'), Javier Hyjek (Mario Robles, 75'), Sergio Chinchilla (Josema Gallego, 64'), Israel Peter (Adriá Arjona, 61'); y Nacho Heras (Dopi, 75').

Atlético Sanluqueño: Matías; Álex Cortijo, Carrascal (Alan, 60') Martí Crespí, Víctor Díaz; Kike Carrasco, Jaime López, David Ballarín (Moro, 46'), Nacho Goma (Poley, 46'); Zeki (Franco, 46') y Airam Cabrera.

Gol: 1-0 Nacho Heras (43').

Árbitro: Expósito Jaramillo (colegio sevillano).

Incidencias: Las choqueras de honor del Carnaval Colombino hicieron el saque de honor. Minuto de silencio por las víctimas del incendio de la calle Villanueva de los Castillejos.