Ensayos de pretemporada, con todo lo que eso comporta, en lo bueno y en lo malo. Sacar conclusiones ahora sería aventurarse en exceso. Un riesgo innecesario. Cierto es que uno tiene una fotografía difícil de cambiar a estas alturas. El Recre de Abel Gómez no se ha distinguido precisamente por ir con cascabeles por la vida. Más bien todo lo contrario. Eso le valió, en todo caso, para lograr el objetivo la pasada temporada. Sin alardes, sin fiestas de por medio. Pero efectivo. Y eso fue en Cartaya. Un concepto, más que un equipo, con detalles innegociables, como por ejemplo lo que salir a jugar sin espejos retrovisores. No esperen ese Recre, salvo cambio radical de rumbo y de paladares.

Valió en gol de Luis Alcalde después de una galopada de Nacho Heras, que acabó en falta en la frontal y Alcalde se encargó de batir a Ángel. Minuto 13 de partido. Antes y después, el Recre tuvo la pelota, mucho, pero de forma insustancial, en tierra de nadie. Fue como computar mucha posesión pero sin condimentos, carente de sal, de pimienta y de todo eso que le pone cualquier a un guiso para chuparse los dedos.

Mientras, en Cartaya, con muchos menos entrenamientos, se mantuvo en la entereza hasta el punto de que gozó de las mejores ocasiones, todo ello en la segunda parte, justo en el tiempo en el que le descosió en varias ocasiones las costuras a la defensa recreativista. Víctores, el portero que sustituyó a Rubén, fue de los más destacados, conjuntamente con Morcillo y Carlos Aguilar.

Fue un ensayo, sin más, para unos y otros. Valió el gol de Luis Alcalde, de lo poco que se pudieron llevar los espectadores a la boca. Eso y la disposición de un Cartaya que a pesar de que está a medio hacer, gustó en su presentación e incluso se hizo acreedor al empate.