El 42% de los socios del Recre no acude al Nuevo Colombino en lo que va de temporada

El titubeante rumbo deportivo que está tomando el Recreativo de Huelva pasa factura en la clasificación. Y también en la grada. Las sensaciones parece que van remontando el vuelo tras la llegada de Arzu, pero lo cierto es que el equipo se encuentra actualmente más cerca del descenso que del playoff a Primera Federación. Todo ello cuando este domingo se cierra la primera vuelta y con el que se supone que es el mayor presupuesto del grupo IV de Segunda RFEF.

Un fracaso sin parangón que ha motivado una bajada notoria en la afluencia media de aficionados al Nuevo Colombino respecto al curso anterior, si bien es cierto que el Decano militaba en una categoría superior y se enfrentaba a rivales de mayor enjundia.

Aun así, ni el descenso fue un obstáculo para que el Recreativo batiera el récord de abonados de Segunda Federación y llegara a una cifra de socios muy similar a su predecesora. Mientras que en la temporada 24/25 llegó a 13.500 abonados a principios del mes de enero, esta vez cerró la campaña en octubre, alcanzando los 13.367 y situándose como líder en solitario de la categoría muy lejos de su perseguidor más inmediato.

Una respuesta que, siendo tan abrumadora como espectacular, no termina de sorprender a nadie. La afición del Recreativo de Huelva ha sido, es y será ejemplar, como demuestra la historia por más golpes que reciba. Pero como viene sucediendo en los últimos meses, las cifras de asistencia al Nuevo Colombino no se corresponden con lo recogido en la campaña de abonados.

No está de más recordar que siempre hay aficionados que adquieren su carnet pero el mero hecho de pertenecer al club de fútbol más antiguo del país, otros que lo hacen a pesar de no poder ir a ningún partido por la distancia o bien por ayudar y mantener una tradición familiar que pasa de padres a hijos.

Bajada notable de afluencia

Con los datos en la mano, el 42% de los abonados del Recreativo no acuden al Nuevo Colombino en los ocho partidos que se llevan disputados esta campaña en casa. La casa del Decano promedia una asistencia de 7.748 espectadores, lejos de los 13.367 socios, pero más que digna teniendo en cuenta los resultados deportivos y alguna que otra circunstancia excepcional.

Septiembre y octubre fueron buenos meses en líneas generales. El primer partido ante su público contabilizó 10.383 aficionados, que no obstante presenciaron en directo el primer batacazo contra el Salerm Puente Genil. El duelo contra el Linares Deportivo deparó 8.536, y la primera victoria en Huelva aglutinó a 8.353 personas.

La curva volvió a subir con la visita del Xerez CD -que desplazó a más de un millar de aficionados-, lo que provocó que se dieran cita en el Nuevo Colombino 10.651 aficionados. De nuevo, la crueldad se alineó del lado contrario al caer derrotado en el tramo final pese a no merecerlo.

Noviembre también comenzó con fuerza. La victoria en Totana frente al Unión Malacitano incentivó a la afición albiazul, que respondió con 8.939 personas en el triunfo ante el Atlético Malagueño cargado de polémica por los pitos en el tramo final ante la pobre imagen del equipo con el colista.

A partir de ahí, los números comenzaron a caer ostensiblemente en la grada y en la tabla. El equipo encadenó dos derrotas seguidas, Pedro Morilla fue cesado y el mes se cerró con 6.990 aficionados en el debut de Arzu.

También es justo decir que la media baja de forma considerable con el choque contra UCAM Murcia, celebrado entre semana por el aplazamiento inicial, con un horario que poco o nada invitaba a la asistencia y, nuevamente, con una climatología adversa durante buena parte del encuentro. Se registraron 1.868 personas que se dieron cita en Tribuna. El frío también fue un factor a tener en cuenta en el último partido del año en casa con el Atlético Antoniano, donde asistieron 6.265 espectadores.

Si comparamos con la temporada pasada a estas mismas alturas de la competición, se contabiliza una bajada de afluencia de casi el 7%. Hubo partidos donde se sobrepasaron los 9.000 aficionados (Alcoyano y Sevilla Atlético) y otros donde se quedó cerca de llegar a esos guarismos (Fuenlabrada, Algeciras o Marbella).

Eso sí, la escuadra que dirigía en aquel entonces Abel Gómez no ganó hasta el quinto partido en casa (Alcorcón), y a partir de ahí venció los tres siguientes hasta llegar al último contra el Marbella, donde una dura derrota por un gol a tres propició su destitución.