En un verano como el actual, marcado por el turismo nacional y por las medidas de seguridad e higiene derivadas de la crisis sanitaria de la Covid-19 en espacios turísticos como hoteles, hostales y campings, el sector de los viajes en autocaravana ha experimentado un gran crecimiento en la búsqueda de nuevos hábitos por parte de muchos viajeros.

En este sentido, según ha manifestado recientemente la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (Aseicar), las empresas que se dedican al alquiler y venta de este tipo de vehículos hasta podrían colgar en agosto el cartel de “completo” ya que “todos estamos a la expectativa para ver cómo evoluciona la situación con el Covid-19, y la gente está descubriendo que viajar en autocaravana es una forma distinta, que te permite ir con tu familia o amigos, alejarte de las aglomeraciones y te da libertad de movimiento”.

Se trata de una situación que, de cumplirse en la provincia de Huelva la actual normativa en materia de uso de estos vehículos turísticos, no tendría que acarrear problemas a otro tipo de alojamientos como especialmente los campings, cuyas instalaciones cuentan con espacios habilitados para alojarlas de forma totalmente regulada.

No obstante la Asociación de Empresarios de Campings de Huelva viene denunciando desde hace ya dos décadas el “uso indebido” de este tipo de vehículos en relación con la prohibición expresa de la acampada libre y la pernocta con usos vacacionales fuera de los establecimientos reglados “sin que en ningún momento se haya actuado de manera contundente por parte de las administraciones”, lo cual a su juicio ha derivado este año en una situación “incontrolada”.

Para los propietarios de campings onubenses se trata de un “fenómeno” que año tras año “crece exponencialmente en nuestra provincia, atraídos por la flexibilidad –o casi inacción– con que las administraciones y las fuerzas de seguridad tratan este asunto” ya que consideran que “en ningún momento” se ha actuado de manera “contundente” contra el mismo.

En el transcurso de todos esos años y de manera periódica, explica dicho colectivo empresarial, se han mantenido contactos, reuniones y comunicaciones directas con la Subdelegación del Gobierno, la Delegación Territorial de Turismo de la Junta de Andalucía en Huelva y los ayuntamientos “en el ánimo de intentar concienciar” a dichas administraciones del problema que en su día suponía esta práctica, aunque “sin éxito alguno”, lo cual “sin duda ha servido para que, entre otras cosas, se haya producido un efecto llamada entre este colectivo, y por tanto una situación incontrolada de este fenómeno”.

Para los empresarios onubenses del camping es por tanto importante señalar que, a principios de 2018, se modificó la norma que regula en Andalucía los campamentos de turismo, la cual habilitaba la posibilidad de desarrollar nuevas fórmulas de alojamiento para este tipo de vehículos con la creación de áreas específicas de pernocta para autocaravanas, de las cuales en Huelva actualmente sólo hay una inscrita en el Registro de Turismo de Andalucía (RTA), la cual se encuentra en Pozo del Camino, si bien todos los campings de la provincia cuentan con espacios específicos para este tipo de vehículos. “Es decir –señalan los empresarios– se flexibilizan las condiciones para desarrollar zonas de pernocta y facilitar así a los usuarios de estos vehículos un espacio determinado y reglado donde poder hacer uso de esta tipología de alojamiento, cuestión que como vemos no ha dado ningún resultado positivo”.

Y es que según denuncian públicamente, la situación actual en la provincia de Huelva en relación a este asunto es que “nadie controla ni verifica el cumplimiento de la norma que prohíbe la acampada y la pernocta de caravanas y autocaravanas” ya que “todas las administraciones miran para otro lado argumentando su falta de responsabilidad y echando balones fuera, o simplemente ignoran de manera irresponsable este asunto”.

Igualmente afirman que hay un “efecto llamada” hacia la provincia onubense “aprovechando la actitud laxa de las administraciones, por lo que el problema se agrava día a día”, habiendo pasado “de acampadas individuales a verdaderos asentamientos”.

En relación a la actual crisis sanitaria de la Covid-19 que tanto daño está haciendo al sector turístico, los empresarios del camping aseguran que en estos “asentamientos espontáneos, no hay ningún control de tipo preventivo o sanitario, a diferencia de lo que se le exige a los campamentos de turismo”, así como “tampoco hay control de las personas que pernoctan durante días en el territorio por parte de las fuerzas de seguridad a través de la ficha de policía, tal y como se exige a los campamentos de turismo”.

En otro orden de cosas lamentan el “impacto ambiental” ya que en las zonas donde acampan y pernoctan ilegalmente este tipo de vehículos, muchas de ellas situadas en parajes con algún tipo de protección ambiental, “se producen vertidos descontrolados” de los productos químicos que utilizan para el tratamiento de aguas residuales, así como se produce un “incremento desmedido de la generación de residuos sólidos que colapsan los servicios de recogida de RSU sin coste alguno para los usuarios”.

También consideran que esta situación daña la imagen del destino turístico Huelva ya que “la acumulación de estos vehículos/alojamientos producen un impacto visual que no se corresponde con la imagen que ofrece la oferta turística de nuestra provincia”.Por último consideran que se está produciendo una “manifiesta competencia desleal respecto de la oferta reglada”, especialmente en unos momentos en que por la crisis sanitaria la ocupación de los campings onubenses está un 40 por ciento por debajo de la que deberían tener en circunstancias normales y en comparación con la registrada el pasado año por estas mismas fechas.