La vendimia de la uva tinta se cierra con un aumento del 6% en la producción

Por primera vez, los vinos tintos están amparados por la Denominación de Origen · El crecimiento de la recolección augura una buena campaña para la Zalema, cuya recogida empieza esta semana.

Descarga de la uva en la Cooperativa Vitivinícola Nuestra Señora del Socorro hace diez días.
Descarga de la uva en la Cooperativa Vitivinícola Nuestra Señora del Socorro hace diez días.
Carlos López / Rociana

24 de agosto 2009 - 05:01

Los lagares rocianeros ya se encuentran embriagados del aroma que destilan cuando la vid se quiebra entre sus entrañas durante el proceso de obtención del mosto que dará origen y vida a los caldos. Así se define el culmen de la vendimia de variedades tintas que, en Rociana, se erige en la antesala de la Zalema. Si la climatología no vira bruscamente, esta semana comenzará su recolección. A priori, las previsiones son halagüeñas dado que los resultados de las tintas suelen servir de termómetro para el resto de variedades blancas y, según la Cooperativa Vitivinícola Nuestra Señora del Socorro, este año la producción ha aumentado un 6%. En cifras, ello supone recolectar 108.000 kilos de las variedades Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon, que generarán en torno a 65.000 litros de caldo. La producción de la uva tinta está amparada este año por primera vez por la Denominación de Origen Condado de Huelva.

A pesar de que la cosecha es casi testimonial en comparación con los cerca de ocho millones de kilos que se recolectan de Zalema, el tinto tiene una enorme trascendencia a efectos de cubrir mercados estratégicos dentro de los planes de diversificación de las bodegas. La tendencia no es otra que ir ampliando el abanico de clientes para lo cual en el Condado, y más concretamente en Rociana, se elaboran desde tintos de crianza, que duermen en reposo durante seis meses en barrica de roble americano y otros tantos en la botella, a tintos jóvenes, así como rosados, el primero en la provincia que se elabora con vides autóctonas.

El enólogo de la entidad, Diego Bort, ha avanzado que la calidad de la uva es "muy buena" gracias a la ausencia de enfermedades, amén del hecho que comporta no encontrar ni rastro del temido mildiu. Todo ello responde a una concatenación de factores climatológicos como el hecho de que hasta ahora las temperaturas registradas no fuesen demasiado agresivas ni, por el contrario, se produjesen precipitaciones destacables que pudiesen disparar la presencia de enfermedades. Es más, ahora los agricultores sí que se muestran en alerta con respecto a la ola de calor que abrasa la provincia, la cual podría tener efectos muy negativos sobre la calidad de la Zalema. Las variedades tintas, por suerte, se han librado de estas condiciones adversas y presenta una fruta sin mácula. Es más, incluso el aumento productivo no ha llevado implícito una pérdida de los niveles de excelencia. La enhorabuena ha sido también extensible al grado obtenido que se sitúa cerca de los 13 y permite augurar unos magníficos caldos de solera.

En el otro lado de la balanza se encuentra un factor como las ventas que, por desgracia, no fluctúa en función de la excelencia final del producto, sino de la coyuntura económica. Las ventas de tinto se han resentido en este último año, si bien se confía en que la situación revierta una vez la cooperativa pueda poner en el mercado el primer tinto ecológico de la provincia. En torno al 50% de toda la producción en Rociana es ecológica.

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