No es extraño que, al pasear por los pueblos del Condado, el viandante se encuentre estos días carros y remolques llenos a rebosar de uva blanca, zalema concretamente, que es la que da esta tierra. El trasiego de tractores con la preciada carga es intenso desde primeros de septiembre, y dependiendo de la zona, la vendimia habrá acabado entre finales de mes y primeros de octubre. La imagen de esas grandes cantidades de fruto con esa tonalidad verde claro se vuelven estos días emblema de una zona que se renueva constantemente en busca de nuevas oportunidades pero que es fiel a cuidar los tesoros que han sido sustento y devoción por parte de los agricultores y bodegueros del Condado.

Las previsiones son halagüeñas para un año especialmente lluvioso y con un comienzo de verano muy fresco para lo que es habitual. Asimismo, las temperaturas altas de finales de verano y comienzos del otoño también han influido en la producción. De esta forma, se prevé sobre un 15 % más de producción que la campaña del año pasado, lo cual también incidirá en la graduación alcohólica que baja ligeramente en torno a medio grado.

Por vez primera se ha recurrido a una vendimiadora que disminuye costesLa cooperativa de Rociana engloba el producto de 250 agricultores

Una novedad significativa que ha incidido en el trabajo diario de los agricultores es el uso, por primera vez, de una vendimiadora. Algunas cooperativas se han acogido a esta técnica que se viene utilizando en la zona de Jerez de la Frontera, y que disminuye los costes exponencialmente. Se trata de una cosechadora de uva que entra en las viñas en espalderas y va cogiendo la uva, la cual suelta en una lona sobre una especie de noria, que va subiendo y dejándola en la torva de la máquina. De ahí se echará después en el remolque. Es la primera vez que se utiliza un método no tradicional en la vendimia del Condado, y por ahora, a falta de conclusiones finales, los resultados están siendo prometedores, ya que reduce los días de recogida a horas. Dentro de la Denominación de Origen Condado de Huelva, las cooperativas vinícolas de Bollullos y Villarrasa están probando esta nueva forma de vendimiar, si bien cada agricultor es el que decide si la utiliza o no. De esta forma, los productores más mayores han querido esperar a las conclusiones finales, mientras que los que tienen más hectáreas y son más jóvenes se han echado para adelante con la idea.

Por otra parte, Eladio Mateo, director técnico de la cooperativa vinícola de Bollullos, explica a este periódico que el aumento de la producción, no solo en El Condado, sino en toda la península, trae consigo "una disminución del precio del vino a granel en España", aunque deja muy claro la buena calidad de la cosecha de este año. Asimismo, Mateo detalla que la cooperativa bollullera supone el 30 % de la producción de la Denominación de Origen Condado de Huelva, la cual se destina principalmente a los caldos blancos jóvenes, como Mioro o Don Condado. Unos 10 millones de kilos del fruto es la cifra aproximada que barajan desde la directiva bodeguera que se recogerá en la cooperativa vinícola, que no es la única que recoge uva en la localidad, ya que los hermanos Martín también procesan uva en sus instalaciones bodegueras. A la cooperativa llegan frutos procedentes de 750 hectáreas de viñas que se reparten por la zona y que trabajan pequeños agricultores, de edad avanzada, aunque destaca que desde hace unos años se está rejuveneciendo el perfil del agricultor, ya que "la gente de la construcción, después de la crisis, está volviendo al campo", apunta el director técnico. Sobre la vendimia de Bollullos, Mateo informa que se ha retrasado 20 días con respecto a la del año pasado, aunque el comienzo lo marca el estado de la fruta. La campaña de 2017 se vio muy influenciada por el intenso calor que asoló el sur de España desde antes de la entrada del verano, lo cual hizo madurar la uva mucho antes.

Otro municipio condal cuya actividad gira en torno a la vendimia es Rociana. En su cooperativa, de grandes dimensiones, se reciben las uvas procedentes de unas 500 hectáreas que ocupan a unos 250 agricultores. De ellos, la gran mayoría son pequeños labradores, aunque sobre 25 y 30 tienen más capacidad productiva. Pedro Clemente, técnico agrícola de la cooperativa rocianera, coincide con Mateo al destacar la buena calidad de la vendimia de este año, que en esta localidad oscila entre un 10% y un 15 % más que el año pasado. Uno de los vinos que producen en Rociana es Viñagamo, el cual ha resultado premiado en varios certámenes por su calidad. Clemente señala que vienen recogiendo, aproximadamente, 300 mil kilos al día, con unas previsiones de llegar a los 6 millones de kilos en esta campaña. Precisamente en estos días, para conocer de primera mano la actividad vinícola en Rociana, ha llegado hasta la cooperativa un empresario mexicano que quiere comprar vino embotellado de Rociana, ya que se había llevado con anterioridad varias muestras, y en México había gustado bastante, según explica Clemente.

Las cooperativas de Manzanilla, Villarrasa, Chucena y Almonte, entre otras más que igualmente pertenecen al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Condado de Huelva, también se encuentran en estos días a pleno rendimiento con un sol de justicia, que da fe del verano tardío que se está viviendo en toda la comarca. En el caso de la cooperativa almonteña, se espera igualmente un aumento de la producción del 15 o 20 %, que proviene de 200 hectáreas de viñedos, trabajadas por 140 pequeños agricultores.

Desde la cooperativa informan que la uva tiene una calidad excepcional con un ciclo madurativo en el que las plagas y enfermedades han sido muy escasas. Asimismo, señalan que el rendimiento en caldo es muy elevado en esta vendimia.