El panorama dibujaba en el cielo onubense el infierno que viven los habitantes de la Cuenca Minera, lo más afectados en la jornada de ayer por el peor incendio forestal de este siniestro 2020 en Andalucía.

Al cierre de esta edición ya había más de 2.400 personas desalojadas de forma preventiva en los municipios de Zalamea la Real, Valverde del Camino y La Zarza-El Perrunal, incluidos los ya reubicados la primera noche de El Campillo y Almonaster.

Solo del municipio zarceño se llegaron a desplazar desde las 17:00 –obligados por las circunstancias– unos 1.300 vecinos. El humo estaba haciendo irrespirable permanecer en las calles y en las viviendas y el Ayuntamiento y la Guardia Civil los evacuaron al polideportivo de Calañas y al Salón Social de El Cerro de Andévalo.

Un helicóptero descarga agua sobre la zona incendiada en Zalamea.

Más compleja fue la maniobra en la residencia de ancianos del pueblo, en la que además los usuarios deben estar especialmente protegidos ante la implacable Covid-19. Estos fueron trasladados con sus allegados o a residencias como las de Tharsis o La Palma del Condado, si bien cinco tuvieron que ser ingresados en el hospital de Riotinto, al tratarse de personas con un alto grado de dependencia.

Como indicó ayer el alcalde de La Zarza-Perrunal, en el desalojo tomaron parte efectivos de los servicios de Emergencias y los bomberos del Consorcio Provincial ayudaron en el traslado de las personas de la residencia. Además, el regidor agradeció la ayuda de los voluntarios y de los vecinos, que ofrecieron sus coches para realizar los desplazamientos pertinentes.

De las aldeas, la primera desalojada ayer fue El Pozuelo (Zalamea). Era la hora del almuerzo cuando la Guardia Civil procedía a cortar la carretera que conecta la N-435 con la villa, la HU-5103, y comenzaba a movilizar a unas 30 personas. A esas horas también se había visto invadido por el humo el recinto romero de Zalamea La Real, en la finca El Romerito, aunque en esta zona no hubo que desalojar a nadie, como indicó a este diario el alcalde de la localidad, Diego Rodríguez.

En el resto todo aconteció como un vertiginoso efecto dominó, que obligó a sacar a decenas de onubenses de sus casas en las aldeas zalameñas de El Buitrón (60 vecinos) y La Florida. En total, unas 300 solo de estos pequeños núcleos de población de la comarca de la Cuenca Minera. Y todo como consecuencia del imparable avance de un foco que sobre las 13:00 se hallaba en el entorno de La Zapatera, al oeste de Zalamea, y que se descontroló por completo.

Apenas eran las 17:00 cuando el avance del fuego se cernía sobre la cabecera del partido judicial, Valverde del Camino. Su Ayuntamiento recomendó entonces a las personas que tengan viviendas en los diferentes núcleos residenciales del municipio que regresaran a sus domicilios dentro del casco urbano debido a que las llamas del incendio originado en Almonaster la Real habían puesto rumbo al municipio. Así, se solicitó que "se haga con calma y siguiendo en todo momento las indicaciones de los Cuerpos de Seguridad".

La nube negra del incendio pudo verse ayer, incluso, desde la vecina Portugal

En el mismo comunicado, el Consistorio valverdeño pedía a sus ciudadanos el cierre de "puertas y ventanas", al tiempo que les indicaba que no se desplazaran a fincas cercanas ni acudieran "a los lugares en los que se vislumbran las llamas, ya que pueden interrumpir las tareas de los profesionales que tratan de combatirlas". La colaboración, la responsabilidad y la calma son vitales para evitar comportamientos negligentes.

Además, Valverde detalló que operarios municipales y personal voluntario desinfectaron y adecuaron las instalaciones del pabellón municipal de Triana para albergar a familias evacuadas de El Buitrón.

Por otra parte, la Asociación Valverde Animal evacuó a los animales de la protectora provincial para no verse sorprendidos por el fuego si el asunto se complica y se ofreció a colaborar en la ayuda a animales de otros municipios que lo necesiten.

La consejera de Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, remarcó en la tarde de ayer que los desalojos que se llevaron a cabo fueron puramente preventivos. Elogió la labor de los ayuntamientos afectados, que "nos están ayudando muchísimo", así como de la Consejería de Igualdad en la evacuación de los mayores de la residencia de La Zarza "para que estén en las mejores condiciones posibles".

Crespo solicitó a la ciudadanía perjudicada "un poco de paciencia, creo que en este momento ese foco lo estamos atacando bien. Lo estamos alejando de los núcleos de población y, por tanto, de las aldeas".

El humo tras la ermita de El Romerito, en Zalamea la Real.

Antes de que se retiraran los medios aéreos, con la llegada del ocaso, la consejera confirmó que habían dado indicaciones a Valverde del Camino para "que vayan paulatinamente, poco a poco y de forma ordenada", desalojando la zona del pinar, donde se encuentran diseminadas multitud de fincas y viviendas. "Ahora mismo no tiene ningún tipo de peligro, pero si lo hay en el futuro que nos pille haciendo bien los deberes y evitando problemas a la población", expresó en una comparecencia de prensa.

No solo se precisó en la tercera jornada del siniestro forestal la evacuación de distintos núcleos residenciales, sino también el cierre de carreteras. A las 17:00 horas ya permanecían clausuradas cuatro de ellas; la última, la que conecta a Zalamea la Real con Valverde del Camino, la N-435.

Hasta entonces habían sido cortadas al tráfico rodado la A-478, entre Zalamea la Real y El Villar; la HU-7104, a la altura de Cueva de la Mora, y la N-435 desde Almonaster la Real a Zalamea la Real. La carretera de El Villar fue cortada después de que una columna de humo de más de diez metros de altura llegara a su trazado, atravesándolo. Por su parte, la de Valverde del Camino se cerró justo después de evacuar a los vecinos de la aldea de El Pozuelo.

Todas las esperanzas están puestas en que amaine el viento. A última hora de la tarde de ayer había perdido intensidad, y los efectivos terrestres coordinados por el Plan Infoca intensificaron el ataque directo e indirecto al frente de llama, trabajando en zonas de alta carga de combustible.