Los vecinos de Urbasur están en pie de guerra por el "abandono" al que consideran que está sometida dicha urbanización perteneciente al término municipal de Isla Cristina, a caballo entre la playa de Islantilla y las zonas de baño del cordón dunar. Así se puso de manifiesto en la pasada asamblea celebrada el pasado viernes por la Unión de Vecinos de Urbasur, que contó con una notable afluencia de personas y en la que se decidió emprender "acciones legales y reivindicativas" con el fin de hacer visibles sus demandas, y para que "se lleven a cabo las inversiones tan imprescindibles en nuestra zona".

Tal es así que "incluso se estudiará la posibilidad de seguir el camino de la Asociación de Vecinos de Mazagón (Avema)". Así lo ha indicado a Huelva Información el presidente de la Unión de Vecinos de Urbasur, Alfredo Rodríguez, quien afirmó que "los habitantes de Urbasur no somos interesantes para los políticos de Isla Cristina, quizás porque algunos no votamos en las municipales en este municipio".

Entre sus demandas, la Unión de Vecinos de Urbasur destaca en primer lugar la situación de las calzadas y acerados de la urbanización, ya que a su juicio es "insostenible" el estado de la vía pública, son "innumerables" las caídas y accidentes que se producen como consecuencia de los "incontables resaltos en el acerado". Sobre la calzada, prosiguen, "la única actuación después de dos años" ha sido "abrir dos calles el 19 de junio, tenerlas cerradas hasta el 10 de agosto, y abrirlas sin asfaltar con el consiguiente peligro".

Otra de sus demandas hace referencia a una parada de autobús en la urbanización, que "aunque todas las administraciones la consideran imprescindible, lo cierto a día de hoy es que la población de Urbasur no cuenta con ninguna. En este sentido, la asociación "ha logrado la redacción de su proyecto, pero el verano está transcurriendo sin su implantación y por tanto sin que los ciudadanos puedan contar con el servicio".

En relación a la limpieza del entorno señalan que "es tal la dejadez, que el propio responsable de OHL (empresa adjudicataria del servicio de limpieza viaria en Isla Cristina), Raúl García, en una reunión mantenida el 16 de agosto, reconoció a la asociación que desde hacía más de dos meses no había servicio de limpieza en Urbasur, por lo que pedía perdón y se comprometía a iniciar los trabajos lo antes posible, todo ello delante de la concejala municipal responsable".

Sobre el estado de la playa destacan que se vio "muy afectada" por los temporales del pasado invierno, ya que quedó "dañado gravemente" el sistema dunar de la zona. Es por ello por lo que piden una "regeneración" de dicha zona de baño y una "protección efectiva" del sistema dunar, ya que su "progresivo deterioro" llevará a "su eliminación con el pinar adyacente y la población". "Aún estamos a tiempo de proteger este sistema -añaden- y de que no nos encontremos con una situación irreversible como en otros puntos de la costa". Además, para los vecinos hay otras "agresiones" en esta zona del litoral isleño, "sin que la administración responsable adopte medidas al respecto", ya que "tanto Costas (Administración Central) como Medio Ambiente (Junta de Andalucía) se trasladan el problema y el deterioro es evidente".

El presidente de la Asociación de Vecinos de Urbasur afirma que podría seguir refiriéndose a otros problemas, pero "los citados son los más urgentes" y ante ellos el colectivo "se viene encontrando con una Corporación que o bien le da la espalda, o cuando nos recibe no nos da soluciones".

Urbasur, que originariamente fue una urbanización privada, está formada por 1.980 viviendas y diferentes establecimientos comerciales, en su mayoría pertenecientes al sector hostelero, incluidos un camping y un hotel. Los vecinos estiman que en época estival su población "alcanza los 12.000 habitantes" y es "de gran importancia" para el sector turístico de Isla Cristina, municipio al que paga sus impuestos y del que "debería obtener sus servicios", según Rodríguez, quien considera que la recaudación que el Ayuntamiento obtiene de Urbasur "supera el 1.500.000 euros, mientras que la inversión es prácticamente nula y los servicios claramente deficitarios".