El último alcalde franquista
Nerva 125 aniversario de la villa
El alcalde entrega al último regidor nervense con vida de la época anterior a la democracia una talla del Ayuntamiento en su domicilio de Sevilla
El alcalde de Nerva, Domingo Domínguez, cumplió su objetivo de homenajear a todos sus predecesores vivos con motivo del 125 aniversario de la Villa al entregar a Rafael Mellado la estatuilla del consistorio municipal en su domicilio de Sevilla donde vive desde que dejó la Alcaldía en 1967.
Por motivos de salud, Mellado, que cuenta ya con 85 años de edad y es el único alcalde vivo que queda de la época franquista, no pudo trasladarse a Nerva para recibir el homenaje que recibieron sus homólogos de la etapa democrática el pasado 7 de agosto, así que el actual primer edil, empeñado en homenajear a todos sus predecesores vivos, independientemente de su ideología, pertenencia a partido político o etapa en la que gobernase, no dudó en trasladarse hasta la capital hispalense para cumplir su compromiso.
Allí se encontró con un anciano que a pesar de su edad mantiene una lucidez que le permite compartir con todos cuantos le visitan mil y una anécdotas sobre su querida Nerva, así como las actuaciones más destacadas de la gestión que llevó a cabo en el consistorio municipal en los tres años que permaneció al frente de la alcaldía, desde los solares propiedad de la compañía minera que pasaron a titularidad pública hasta la construcción de las escuelas laborales en la barriada de El Peral, pasando por la construcción del depósito de agua potable, la atención a las personas más necesitadas, la rehabilitación del cementerio, las obras del firme de la carretera, etc.
El octogenario alcalde recordó también el trabajo administrativo que desempeñaba en las minas de Riotinto y en el sindicato vertical antes de que el Régimen lo reclutase para la alcaldía de la localidad minera en la que por aquel entonces el número de habitantes duplicaba al actual, y las dificultades que tuvo para compaginar esas laborales con su vida familiar hasta que le ofrecieron un cargo que no pudo rechazar en el departamento de la Seguridad Social en Sevilla, donde permaneció hasta que se jubiló.
Pero una de las cosas que más sorprendió al actual primer edil de la conversación que mantuvo con la persona de mayor edad que representó a los nervenses a finales de la década de los '60 fue que, a pesar de los años transcurridos, casi medio siglo, la economía de los ayuntamientos sigue siendo uno de los problemas acuciantes a los que se enfrentan los alcaldes. Mellado recordó la paupérrima situación en la que se encontró las arcas municipales y las dificultades que tuvo para abonar las nóminas de los trabajadores.
La casa de Mellado en Sevilla se ha convertido en un apéndice más de Nerva gracias a los recuerdos que atesoran sus paredes, repletas de obras de los mejores artistas de la época. Sólo falta un Vázquez Díaz, por lo demás, están casi todos: José María Labrador, Monís Mora, Fontenla, Rosil, Pascual, Alcaide y un par de atrevidas obras de Roldán que no hubieran pasado por la censura de la época pero que ahora se exponen con orgullo en su pequeño y particular museo de arte que certifica la identidad del que fuera alcalde de Nerva entre 1964 y 1967, el más veterano de cuantos quedan.
No hay comentarios