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Marlines y túnidos, especies más codiciadas por los clientes de los chárter de pesca

  • Se trata de una actividad cuyo desarrollo se ha iniciado en la provincia de Huelva con cierto retraso como reclamo turístico frente a otros puntos del litoral de la Península Ibérica

Paco Esparragosa posa para Huelva Información en el 'Isla Tattoo'

Paco Esparragosa posa para Huelva Información en el 'Isla Tattoo' / Jordi Landero (Isla Cristina)

Se llama Francisco Jesús Valdés Esparragosa, tiene 55 años, es de Isla Cristina, y como casi todos en esta localidad costera, sus orígenes son marineros. Su padre era armador de barcos para pesca profesional, y con él trabajó durante años, hasta que decidió seguir su propio camino como tatuador, montando incluso un negocio en Isla Cristina para dedicarse a dicha actividad.

Tras dejar la empresa familiar, y con el objeto de no desvincularse de la pesca, la cual reconoce que es su gran pasión, adquirió varias embarcaciones recreativas con las que poder seguir practicando su afición favorita.

Pero la llegada de la crisis económica del año 2008 obligó a Paco Esparragosa -como todos lo conocen en Isla Cristina- a tirar de imaginación e iniciativa emprendedora y decidió fundar una empresa dedicada a ofrecer chárter de pesca, una actividad emergente en Huelva, aunque ya muy consolidada en otros enclaves del litoral español.

"Tenía el barco ideal, que es lo más costoso; cañas y el resto del equipamiento necesario para pescar, y sobre todo conocimientos y experiencia, que es lo más importante, por lo que la inversión necesaria fue prácticamente cero", subraya Paco.

En los chárter de pesca de The Tattoo Fisher está todo incluido En los chárter de pesca de The Tattoo Fisher está todo incluido

En los chárter de pesca de The Tattoo Fisher está todo incluido / M.G. (Isla Cristina)

Así, en poco tiempo creó The Tattoo Fisher -El pescador tatuado-, que año a año fue progresando en cuanto al número de clientes y en consolidación de la marca, compaginando profesionalmente desde entonces esta actividad con la gestión de su taller de tatuajes. A ello suma su habilidad para elaborar artesanalmente con poliéster réplicas marinas inspiradas en peces de la costa onubense.

The Tattoo Fisher "se escucha ahora en todas partes y es actualmente todo un referente a nivel nacional en materia de chárter de pesca deportiva", precisa Paco con orgullo, para detallar a continuación que, con el objeto de ofrecer el mejor servicio, está en posesión de los títulos de Patrón y Capitán de Yate, a los que sumó posteriormente el de Patrón Profesional de Embarcaciones de Recreo, "que en Huelva lo tendremos una o dos personas".

Paco Esparragosa atiende a clientes de toda España, la mayoría de los cuales repiten con él cada año, ya que según señala ofrece "mucha calidad, un buen barco, buenas condiciones, y el cumplimiento muy a la baja del aforo máximo permitido" para su embarcación, que a pesar de tener capacidad para 12 tripulantes, solo embarca en cada servicio a 4 o 5 pescadores -o 6 como máximo-, ya que "así están mucho más cómodos y la probabilidad de obtener buenas piezas aumenta considerablemente".

Varios clientes practicando pesca desde embarcación fondeada en el 'Isla Tattoo' Varios clientes practicando pesca desde embarcación fondeada en el 'Isla Tattoo'

Varios clientes practicando pesca desde embarcación fondeada en el 'Isla Tattoo' / M.G. (Isla Cristina)

The Tattoo Fisher ofrece principalmente tres tipos de servicio: un taller de pesca ligera, pesca desde embarcación fondeada, y pesca al curricán, tanto costera como de altura.

El primero de ellos, el taller de pesca ligera, está destinado a pescadores noveles, familias con niños, grupos de amigos sin experiencia en pesca, o todas aquellas otras personas que quieran echar un buen rato disfrutando del mar.

El servicio incluye la salida en barco muy cerca de la costa, aproximadamente a media milla, en zonas con una profundidad de entre seis y diez metros. Durante el mismo Paco les enseña lo más básico, usando para ello equipos ligeros y muy sencillos. Normalmente se buscan bancos de caballas, palometas o agujas, entre otras muchas especies costeras, y tiene un coste de 40 euros los niños de hasta 12 años, y de 50 euros los adultos, por una jornada de entre cuatro horas y cuatro horas y media con todo el material necesario incluido.

Lucha con un marlín en una jornada de pesca al curricán Lucha con un marlín en una jornada de pesca al curricán

Lucha con un marlín en una jornada de pesca al curricán / M.G. (Isla Cristina)

El segundo servicio que ofrece, pesca desde embarcación fondeada, está destinado a pescadores que buscan buenas capturas, así como practicar pesca al fino y al vivo. Como en el caso del resto de servicios, todo el material de pesca está incluido, incluso el cebo, así como la comida, la bebida y todos los seguros y permisos necesarios. Tiene un coste de 100 euros por pescador, se puede practicar todo el año, y la jornada tiene una duración de entre seis y seis horas y media.

En este tipo de pesca se va tras especies como sargos, chopas, jancos, borriquetes, serranitos, hurtas, parguetes, brótolas, roncaores, besugos o brecas, entre otros, pero sobre todo peces de roca y de fango, para lo cual la salida se realiza cerca de la costa, hacia poniente o hacia levante de Isla Cristina.

Finalmente la pesca al curricán, tanto costera como de altura, está pensada para aficionados que buscan fuertes emociones, buscándose sobre todo especies pelágicas que no son autóctonas de las costas onubenses, pero que están en ellas de paso en sus migraciones entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico.

Paco Esparragosa también hace réplicas marinas en poliéster Paco Esparragosa también hace réplicas marinas en poliéster

Paco Esparragosa también hace réplicas marinas en poliéster / M.G. (Isla Cristina)

En el primer caso se busca especies como distintos tipos de túnidos -bonitos, bacoretas, melvas o alistados-, llampugas y marlines blancos, y se desarrolla entre los meses de julio y noviembre. En el caso del curricán de altura, cuya temporada es similar a la anterior, además de marlines blancos y azules, también se busca el gran atún. En ambos casos el servicio tiene un precio de 120 euros por pescador y la jornada se prolonga durante entre seis horas y seis horas y media.

Según subraya Esparragosa, los clientes suelen solicitar la modalidad de pesca y las especies que prefieren capturar, y se van formando grupos para organizar las salidas, que en verano son prácticamente a diario.

Entre sus clientes, además de muchos españoles, también suele haber habitualmente personas extranjeras procedentes de países como Ucrania, Polonia, Francia, Gran Bretaña, India y hasta china, entre otros muchos, aunque "debido a las restricciones derivadas de la pandemia los extranjeros hace ya dos temporadas que prácticamente han dejado de venir", precisa Paco, que por otra parte considera que los chárter de pesca es una actividad que en nuestra provincia ha empezado con más retraso a desarrollarse como reclamo turístico en relación a otros puntos del litoral español como Málaga, e incluso del extranjero, como es el caso del Algarve portugués, donde se viene ofreciendo desde hace ya bastantes años.

Paco Esparragosa muestra una llampuga de gran porte Paco Esparragosa muestra una llampuga de gran porte

Paco Esparragosa muestra una llampuga de gran porte / M.G. (Isla Cristina)

"En Huelva esto está despegando ahora -prosigue-, aunque algunos lo llevamos haciendo desde hace ya mucho tiempo, algunos incluso desde bastante años antes que yo, pero tenemos la enorme suerte de que el Golfo de Cádiz en general, y más concretamente el litoral onubense, son espectaculares para la pesca deportiva".

Paco Esparragosa también indica que los clientes experimentados "vienen buscando no solo buenas capturas, sino su captura ideal". Otros muchos proceden del interior de la Península y por tanto están habituados a pescar en aguas interiores de lagos o pantanos, "y éstos vienen buscando las especies que en esos espacios no existen. Finalmente, "los que no tienen experiencia vienen buscando precisamente eso, vivir nuevas experiencias".

Para sus chárter de pesca, el conocido marinero isleño cuenta con una embarcación de recreo Rodman 1040 que lleva por nombre 'Isla Tattoo', y que tiene diez metros y cuarenta centímetros de eslora, tres metros y medio de manga, así como una de las bañeras más grandes del mercado para ofrecer la mayor comodidad a los pescadores. En definitiva, subraya Esparragosa, "un barco muy cómodo y práctico, con una habitabilidad excelente y con todas las comodidades".

Finalmente indica que para sus clientes "una de las especies estrella es el marlín, sobre todo por la espectacularidad de su captura: salta, tira mucho y es muy atractivo". El resto de especies más buscadas -concluye- son los túnidos en general: alistados, melvas, bonitos o llampugas, entre otros, y por supuesto el gran atún rojo los pocos días que se mantiene abierta la veda al año, que este verano ha sido solo una semana durante el pasado mes de junio.

La mayor captura de Paco Esparragosa fue un marlín azul de 406 kilos de peso en 2014 La mayor captura de Paco Esparragosa fue un marlín azul de 406 kilos de peso en 2014

La mayor captura de Paco Esparragosa fue un marlín azul de 406 kilos de peso en 2014 / M.G. (Isla Cristina)

El mayor ejemplar obtenido por Paco Esparragosa ha sido un enorme marlín azul de 406 kilos, el cual capturó el 4 de octubre de 2014 frente a las costas de Isla Cristina, en una zona con 250 metros de profundidad y a unas 20 millas de la costa.

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