Los trabajos forestales entorpecen la nidificación del buitre negro

Los ecologistas han optado por llevar ante la CE la destrucción del hábitat · Andalus denuncia el incumplimiento de las labores de restauración prometidas por la Junta tras el incendio de 2003

Carlos López / Huelva

14 de junio 2010 - 05:01

A pesar de las numerosas figuras de protección, que en teoría debían blindar y velar por la supervivencia del aegypius monachus (vulgarmente conocido como Buitre Negro) la mano del hombre vuelve a hacer de las suyas, ante el beneplácito silencioso de las administraciones, para poner nuevamente en jaque a una de las especies más amenazadas del ecosistema onubense.

La voz de alarma la ha vuelto a dar la asociación ecologista Andalus, quien cansado de quejarse y predicar en el desierto español ha optado por elevar sus denuncias frente a la Comunidad Europea. El vicepresidente de la ONG, Carlos Segovia, firma las cinco denuncias por sendas actuaciones en Sierra Pelada y Rivera del Aserrador, las cuales supuestamente vulnerarían la Ley 2789 del Parlamente de Andalucía y la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) creada por la Directiva 79/409/CEE.

En concreto se denuncia que, tras el incendio de 2003 que arrasó 2.650 hectáreas, "el proyecto de restauración promovido por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía seis años después del siniestro, continúa sin llevarse a efecto". En concreto, denuncian que la institución autonómica "se apresuró a desbrozar gran parte del matorral sucesor del fuego y a vallar cientos de hectáreas para preservar de la presión de ciervos y jabalíes las plantaciones comprometidas en su proyecto de restauración de la zona incendiada. Sin embargo, las plantaciones siguen sin efectuarse y muchas vallas, destinadas a proteger estas reforestaciones, están ya derrumbadas".

Para más inri, la realización de un grueso de trabajos forestales han aniquilado y afectado de forma inmisericorde las zonas de matorral en las "inmediaciones de nidos de buitre negro, a veces, incluso, en plena época de cría y en zonas ocupadas por parejas en periodo de nidificación".

La denuncia sostiene que esta "destrucción del hábitat por el destoconado de eucaliptos y subsolado del terreno para favorecer su replantación", pone en peligro la reproducción del ave. Del mismo modo, en la denuncia a la que ha tenido acceso este periódico, se recuerda que el espacio goza de protección internacional y regional por albergar la quinta colonia en importancia en Europa del aegypius monachus.

En otra de las quejas que buscan el amparo de la UE se sostiene que "en las inmediaciones del Paraje Natural, concretamente en el monte Baldíos de Almonaster, ubicado sobre alcornoque rebrotados afectados por el subrayado incendio, fueron rodeados por carriles forestales en plena época de cría". El daño de los trabajos forestales también es extensible al margen izquierdo de la cabecera del barranco de Ciries. Se trata, en este último caso, de 100 hectáreas del mejor núcleo de cría de la colonia.

Los hechos no son nuevos y ya en junio de 1996 Andalus formuló cuatro denuncias frente a la Comunidad Europea por los trabajos forestales que se habían venido acometiendo en la zona, los cuales constituían una nueva amenaza contra el hábitat de esta especie protegida.

Fue a raíz del reconocimiento y veracidad de estas denuncias cuando se propició desde Bruselas la creación de una Comisión de seguimiento del Buitre Negro, con la participación activa de la propia asociación ecologista, en un "intento de solucionar por la vía del dialogo los problemas de Sierra Pelada", apostilla hoy Segovia.

Sin embargo, en el enero de 2010 Andalus da por fracasado el organismo dado los sistemáticos incumplimientos del espíritu con el que se alumbra la comisión por parte de la delegación provincial de Medio Ambiente y de la Dirección General de Gestión del Medio Natural.

Precisamente ahí ciñen el quid de la cuestión. El vicepresidente de la ONG recuerdas que el anterior director, José Guirado, potenció la comisión y puso los cimientos para su éxito, si bien desde el nombramiento de Javier Madrid, las cosas se torcieron y desde entonces la preservación de la especie pasó a un segundo plano.

Segovia reconoce que la colonia de buitres negros es la más alta de los últimos tiempos si bien incide en que las estadísticas no pueden esconder un dato muy preocupante, como comporta el hecho de que "el número de polluelos sea el menor de todos los tiempos", lo que le hace pronosticar que a medio o largo plazo la colonia de aves volverá a sufrir un descenso muy pronunciado que puede echar a perder todo el trabajo realizado a lo largo de los últimos años. El ecologista afirma que ante estas denuncias la Consejería se comprometió a regular estas labores e incluso publicándolas en el Boletín Oficial de la Provincia, cosa que no se ha producido.

Cabe destacar que el Proyecto Buitre Negro fue abanderado por Andalus en 1983, siendo hoy por hoy el programa de estudio y conservación sobre esta especie más veterano a nivel mundial. El proyecto abarcaba la zona de Sierra Pelada y Las Contiendas. Desde entonces, el programa es un referente en el seguimiento de la población, así como la identificación de los problemas para la conservación de la especie y la puesta en práctica de las medidas para su supervivencia.

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