Los trabajadores reclaman la apertura del hotel Tierra Mar tras dos años sin cobrar
La plantilla se concentra a las puertas del complejo y recibe el respaldo de la delegada de Turismo
Una veintena de trabajadores del hotel Tierra Mar de Matalascañas se concentraron ayer a las puertas del complejo para denunciar la precaria situación después de casi dos años desde que la empresa Fundovel S.A, que explota el inmueble en primera línea de playa, decidiera cerrar sus puertas.
Según el presidente del comité de empresa, Francisco Candón, hasta el momento la empresa "no ha cumplido con sus obligaciones con los trabajadores, ni con las sentencias judiciales para su readmisión". El propio Ayuntamiento de Almonte ya reprobó públicamente la praxis de Fundovel. Fue a raíz de una moción presentada por IU y que contó con el respaldó del PP. El portavoz de la formación de izquierdas, Daniel Martínez, considera que el conflicto laboral que hoy afecta a su plantilla "es el vivo ejemplo de la trama especulativa" del labrillo. El Tierra y Mar inició su actividad en 1975. En poco tiempo se convirtió en un referente de la costa oriental onubense y el buen hacer de sus dirigentes permitió romper la temporalidad que aqueja al turismo en la provincia y abrir sus puertas durante seis meses al año. Para el edil, los datos corroboran su potencial social, pues en 1999 se llegaron a generar 130 puestos de trabajos directos.
El edil subraya que la buena práctica en la materia económica dio un giro radical cuando en el año 2000 la empresa cambia de propietarios. "En apenas una década, un hotel rentable pasa a ser deficitario y termina cerrado".
Tras una concatenación de factores, en octubre de 2010 se presentó un ERTE que afectó a 25 contratos fijos. Un acuerdo donde la plantilla perdió parte de sus derechos. En febrero de 2012, se "plantea un plan de viabilidad consistente en acabar con 22 puestos, contratar el resto de forma eventual y mantener abierto el hotel durante siete meses, sin garantizar ningún periodo mínimo a los trabajadores, convirtiendo a toda la plantilla en eventuales". El Tribunal Superior de Justicia Andaluz concluyó que el plan no se ajustaba a derecho.
Aun así y para garantizar el futuro del establecimiento turístico se accede a negociar un ERTE por un periodo de cuatro años que finalizaría el 2016. La propuesta del comité fue rechazada por el propietario, al igual que la de autogestión planteada por los trabajadores, lo que acabó con el despido de toda la plantilla.
La Delegada de Fomento, Vivienda, Turismo y Comercio de Huelva, María Villaverde, quiso respaldar con su presencia el apoyo a los trabajadores. En cualquier caso, insistió que se trata de "un conflicto que sobrepasa el componente laboral", pues empaña "la calidad del destino Huelva" en un momento en el que el sector recupera "su tendencia positiva y el nivel de ocupaciones".
Los trabajadores también recibieron en la tarde de ayer el respaldo del sindicato CCOO.
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