La ausencia de incidentes graves marcó la jornada de intensas lluvias de ayer en la provincia de Huelva. Lo más destacado fue el amarre de la flota a causa del temporal, y aunque algunos barcos intentaron salir por la mañana tuvieron que regresar a las pocas horas con una escasa media carga por las malas condiciones del mar, según comunicaron ayer tanto fuentes de los armadores isleños como de la Cofradía de Pescadores de Punta Umbría.

Mayores consecuencias tuvo el accidente de un camión en la N-435 en el término municipal de Zalamea la Real. El vehículo, que iba sin carga, hizo la tijera y se quedó cruzado en la carretera donde estuvo por espacio de más de cuatro horas hasta que pudieron retirarlo, al parecer a causa de la huelga de grúas convocada.

El accidente tuvo lugar sobre las 15.00 horas en el kilómetro 173 de dicha vía y el conductor salió ileso.

Otro accidente, también de un camión, tuvo lugar por la tarde en la A-49 muy cerca del cruce de Trigueros. Este vehículo también hizo la tijera y se desplazó hasta quedar en la cuneta. Tampoco tuvo consecuencias personales para el conductor.

Los más safisfechos por las lluvias, que comenzaron a caer en la madrugada de ayer, han sido los agricultores que han valorado de forma unánime como una "bendición" el agua de lluvia caída ayer y que este año anda escasa.

El secretario general de Asaja, José Luis Marín, explicó ayer que estas lluvias "vienen fenomenal para todos los cultivos", sobre todo, para los del Andévalo y la Sierra, zonas especialmente afectadas cuando hay sequía (olivos, cereales, dehesas...). Y salvo que los fuertes vientos ocasionen algún desperfecto en las infraestructuras como invernaderos o túneles, Marín reiteró que el agua hace falta en el campo.

Además, un comunicado de esta organización agraria aseguró que estas lluvias van a permitir que "se salve la campaña de cereales, que en un año seco ha ido recibiendo golpes puntuales de agua en los momentos más críticos que han posibilitado el normal desarrollo fenológico de la planta". También estas lluvias son fundamentales para el olivar, "cuya floración se estaba viendo comprometida por la ausencia de agua; así como para los cítricos y frutales, que están en la última fase de cuajado del fruto y necesitarán consumir menos agua de pozos para llevar la producción a su estado óptimo", indicó Asaja.

El mismo análisis se hace de cara a las explotaciones ganaderas extensivas, como las dehesas onubenses, que "con el reverdecimiento lograrán alargar la primavera y evitarán tener que recurrir a piensos y forrajes antes del verano", concluye la organización agraria Asaja.

En la misma línea estuvo ayer el representante de la organización Coag-Huelva, Eduardo Domínguez, quien aseguró que durante la jornada de ayer se trabajó con normalidad en el campo y explicó que el "agua ha venido bien porque, de momento, está cayendo muy tranquila y a buen ritmo". Este reconoció que algo de fruta se perderá, sobre todo en lo que se refiere a la fresa, porque "el agua siempre pudre parte de este producto, pero las pérdidas serán insignificantes, si el temporal no llega a afectar a las estructuras agrarias".

Respecto a los servicios de emergencias, destacar que el Consorcio Provincial de Bomberos no registró ayer ninguna salida a causa del temporal. Y eso a pesar de que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había alertado sobre la probabilidad de que cayeran 30 litros por metro cuadrado en una hora en el litoral de Huelva ayer y también hoy, lo que dio pie a que se ampliara la alerta naranja en la provincia hasta el jueves.

En doce horas el Aemet cifró en 80 litros por metro cuadrado el agua caída en la provincia de Huelva a lo largo del día de ayer. Además se registraron máximas de vientos de entre 70 y 80 kilómetros por hora. Para hoy se prevén los mismos índices.