El caos por el sistema de pago de los peajes en la frontera lusa no cesa
Los esfuerzos del Gobierno portugués por agilizar la forma de abono de las tasas no han dado resultado · Desconcierto entre los usuarios por la escasez de información
Numerosos son los carteles que nada más cruzar el Puente Internacional del Guadiana en dirección hacia Portugal indican a aquellos conductores que pretendan desplazarse por el Algarve a través de la Vía do Infante (A-22) más allá de las salidas 18 (a 2 kilómetros de la frontera -Castro Marim/Villa Real de Santo Antonio-) y 17 (a 8 kilómetros de la frontera -Monte Gordo/Altura-), que deben parar a la derecha, justo al lado del puesto fronterizo policial de ambos países, para hacer efectivo el pago del peaje necesario para ello desde el 9 de noviembre del año pasado.
Un peaje que desde su entrada en vigor ha estado marcado por la polémica, contando con un amplio rechazo social y empresarial tanto en el Algarve portugués como en el litoral onubense. En primer lugar, debido al pago por hacer uso de una de las autovías denominadas hasta ese momento SCUT (acrónimo en portugués de sin costo para el usuario); y en segundo lugar, por lo complicado del sistema tarifario y de la forma de pago elegida por la empresa estatal responsable de los peajes, Estradas de Portugal.
Desde su implantación, el caos se ha adueñado del puesto fronterizo hispano luso ubicado entre las localidades de Ayamonte y Castro Marim, donde se forman colas y donde tanto conductores españoles como portugueses no terminan de entender un sistema de pago electrónico basado inicialmente en la adquisición o alquiler de un dispositivo electrónico asociado a la matrícula del vehículo.
Según informó, la Comisión de Usuarios de la Vía do Infante -CUVI-, integrada por afectados de ambos lados de la frontera, los cuales ya han protagonizado varias acciones de protesta contra la medida impuesta por el Gobierno luso, la A-22 o Via do Infante había perdido hasta ese momento, y desde la implantación del peaje, aproximadamente un 60% de su tráfico habitual, con las consecuentes pérdidas económicas para la zona (otras fuentes sitúan esta reducción en una media del 40% para todas las antiguas SCUT).
La presión social hizo que las autoridades lusas implantaran al poco de entrar en funcionamiento ciertas bonificaciones en el precio del peaje para los habitantes de los municipios portugueses más cercanos a las autovías afectadas, así como durante la Cumbre Ibérica celebrada en mayo de este año en Oporto el Gobierno portugués se comprometió a agilizar el abono del pago del mismo.
Las autoridades lusas se han visto finalmente obligadas a ampliar desde el pasado día 1 de octubre las bonificaciones de las que disfrutaban sólo los residentes del Algarve a todos los conductores, lo cual ha derivado en un descenso del precio del peaje del 15%, que para los transportistas profesionales es de un 10% durante el día, y de un 25% por la noche.
Un descenso en el precio del peaje que según algunos medios de comunicación algarvíos responde a que al parecer la Comisión Europea podría considerar ilegal la discriminación positiva de que venían disfrutando los ciudadanos del Algarve, lo cual "no es sostenible".
Con la nueva tarifa, el coste del peaje para un viaje desde Huelva hasta el arco más alejado de la frontera, situado entre Odiaxere y Mexilhoeira, puede oscilar entre los 1,95 euros de un vehículo de clase 1 (turismo), hasta los 4,90 de uno de clase 4 (tráiler).
Sobre el compromiso de agilizar el pago del abono del peaje a los usuarios de la Vía do Infante, los esfuerzos del Gobierno portugués no parece que hayan mejorado la situación y esta misma semana este periódico ha podido comprobar cómo los conductores, especialmente los no portugueses, siguen sin tener claro el sistema de pago, por lo que una vez llegan a los controles y aparatos expendedores nada más cruzar la frontera, no saben cómo tienen que actuar, sin que nadie les ayude al respecto.
Para la puesta en marcha de las nuevas formas de pago, que fueron inauguradas en julio de este año en varios puntos de las fronteras con España, entre ellos el de Ayamonte, Estradas de Portugal ha incluido dos nuevos sistemas cuyas dificultades siguen generando críticas entre los usuarios y empresarios del transporte y el turismo.
Así, al alquiler o compra de un dispositivo electrónico que se asocia a la matrícula del vehículo Estradas de Portugal añadió dos nuevos sistemas (Easy Toll y Toll Card) que permiten el abono del peaje mediante tarjeta de crédito a través de bonos de prepago o de cargo según consumo. Para el presidente de Estradas de Portugal, Antonio Ramalho, los nuevos sistemas "permitirán a los turistas y a los emigrantes lusos que vuelven al país en coche circular con mayor facilidad por las antiguas autopistas SCUT".
El Easy Toll permite asociar una tarjeta de crédito a la matrícula del vehículo extranjero durante un mes y, cada vez que es detectada por los arcos electrónicos situados en los peajes, se va descontando de ella el importe correspondiente a los kilómetros recorridos. Los conductores españoles que viajen a Portugal a través del puesto fronterizo de Ayamonte encontrarán tres máquinas en este punto para hacer efectivo el pago del peaje mediante esta primera modalidad.
El otro procedimiento, el denominado Toll Card, se trata de una tarjeta precargada con cantidades de 5, 10, 20 ó 40 euros y que se vende en estaciones de servicio y oficinas de correos de Portugal. En el caso de los conductores onubenses interesados en hacerse con ella, destacar que además de en las oficinas de correos, sólo es posible su adquisición en la A-22 en la primera estación de servicio situada entre Ayamonte y Faro. La tarjeta incluye un número que hace la misma función de la tarjeta de crédito, pero se activa y asocia a la matrícula del vehículo por teléfono, mediante un SMS.
Aún existe otro sistema, el denominado Toll Service, que para el caso de los conductores que acceden a Portugal desde Huelva puede adquirirse en una máquina expendedora ubicada en una marquesina junto al puesto fronterizo entre Ayamonte y Castro Marim. Concretamente se trata de otra tarjeta de prepago para tres días que tiene un coste fijo de 20 euros y un uso ilimitado durante el periodo de validez. Sólo es apta para vehículos ligeros y puede adquirirse, además de en los puestos fronterizos, en los hoteles nacionales.
Finalmente, sigue funcionando el sistema de alquiler temporal de un dispositivo electrónico que se asocia a la matrícula del vehículo y que conocido como Via Verde Visitors tiene un coste de 6 euros durante la primera semana y 1,5 euros por cada semana adicional, con una fianza reembolsable de 27,5 euros, un coste en función del uso, y 90 días de validez. La adhesión a este dispositivo se realiza mediante débito en cuenta bancaria.
Todo esto, lejos de solucionar el problema, no parece haber hecho por el momento más que contribuir a una mayor confusión entre los conductores extranjeros que viajan a Portugal a tenor de los comentarios de los usuarios que esta semana no sabían qué hacer ante tanta tarjeta y aparato en el puesto fronterizo de Castro Marim.
Los usuarios se quejan que los agentes de la Guardia Nacional Republicana del puesto fronterizo no informan sobre el peaje y remiten a los paneles informativos ubicados junto a los aparatos expendedores.
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