“Barcelona posa’t guapa”
El frío retrasa la campaña fresera y hace perder 756.000 jornales
El sector ha plantado este año 6.300 hectáreas de frutos rojos · Los productores que adelantaron la recolección han vendido a 7,97 euros el kilo · El retardo no afecta a la calidad de la fruta
El retraso en el comienzo de la campaña fresera tendrá una negativa y dura repercusión en la economía de la comarca del Condado y en la provincia onubense. En cifras, se traduce en cerca de 756.000 jornales que se han esfumado por el retardo que las inclemencias meteorológicas han provocado en la maduración de la fruta.
Grosso modo, éstas son las estimaciones que baraja el sector en El Condado, resultado de multiplicar por diez el número de empleados diarios que requiere la recolección de una hectárea de fresas (6.300 se han plantado este año en la provincia) a razón de los 12 días de trabajo que, de media, suelen realizarse en el binomio que comprende diciembre y la primera quincena de enero.
Si a su vez se multiplica el número de jornales por el sueldo diario, se deduce que la meteorología imperante ha provocado que los jornaleros hayan dejado de percibir cerca de tres millones de euros.
No todo será negativo. La calidad se erige en la contrapartida de estas generosas precipitaciones, dado que la fruta no padecerá estrés hídrico y los embalses agrícolas están al máximo de su capacidad. De otro lado, tanto los micro como los macrotúneles han salvaguardado la fruta sin mayores contratiempos gracias a que las rachas de viento registradas en la provincia de Huelva no han sido excesivamente virulentas, por lo que éstas se enmarcan dentro de la tónica habitual del invierno.
Más preocupación despierta entre los freseros la falta de horas de sol, alimento natural para la normal maduración de la fruta. En campañas recientes las precipitaciones no le anduvieron a la zaga en términos estrictamente pluviométricos, si bien algunas fuentes relatan que no recuerdan tantos días encapotados en los que el sol no pudiese despojarse de la nubosidad reinante.
El grueso de la campaña se verá retrasado con los consiguientes efectos en la cotización de un producto que tendrá un parejo rendimiento por planta con respecto a campañas pasadas, si bien concentrará esta misma producción en un menor espacio de tiempo, todo ello aun a pesar de la introducción de nuevas variedades que, a priori, habrán de escalonar en el calendario la recolección de fresones.
El presidente de Freshuelva, Alberto Garrocho, en declaraciones a Efe, corroboró que la salud de la fruta está garantizada y que las condiciones climáticas tan sólo provocarán un retraso en la maduración.
Un análisis a las estadísticas de Mercamadrid revela este escenario meteorológico con un desplome de la producción en diciembre.
Si durante ese citado mes del 2009 en el mercado madrileño entraron 784.646 kilos de fresones, en 2010 la cifra cayó hasta los 111.060; es decir, una cantidad siete veces menor. Enero sigue la misma tónica, incluso más pronunciada si cabe a consecuencia del subrayado mal tiempo imperante.
La contrapartida a estos datos cabe buscarla en los precios por kilo. Si la cotización media en el mes navideño de 2009 fue de 4,27 euros, 2010 registró un precio de 7,97. Este dato refrenda que los empresarios que han logrado adelantar la campaña han podido mantener los beneficios dado que el alza experimentada en la cotización compensa sobradamente la merma productiva. Los perjuicios del retraso tendrán un perfil más social.
Este año la mano de obra nacional tendrá un mayor peso en los tajos de fresas. La carestía que están sufriendo muchos parados desheredados del sector servicios y damnificados del estallido de la burbuja inmobiliaria les ha obligado a reconvertirse.
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