El retablo de la Inmaculada volverá a lucir en la iglesia de la Asunción
aroche
Con la instalación de esta pieza artística del siglo XVII se persigue, a través de una nueva iniciativa ciudadana, recuperar el rico patrimonio que atesora esta localidad serrana

Aroche/La riqueza patrimonial de Aroche y la conservación y utilización de este recurso como herramienta identitaria y de dinamización económica no es casual. La labor del Ayuntamiento en los últimos años poniendo en valor recursos como la ciudad romana de Arucci-Turobriga tiene su base fundamental en la labor que durante varias décadas han llevado a cabo los vecinos arochenos para mantener su cultura y señas propias.
Este esfuerzo se sigue manteniendo en la actualidad, como muestra la nueva iniciativa llevada a cabo y dirigida al rescate y montaje del antiguo retablo de la Inmaculada, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. La pieza se encontraba guardada en una habitación de la Parroquia, tras 17 años desmontado. Fue tras la última restauración de la Parroquia cuando se decidió ocultar este retablo ante su deterioro y su posible peligrosidad.
Según Antonio Rodríguez Guillén 'Chamizo', uno de los componentes de este grupo ciudadano, "se trata del que tiene un mayor valor artístico del templo y fue mandado construir por los marqueses de Valdeloro, junto a su tumba". Es el propio 'Chamizo' quien, en su libro La Iglesia Prioral Santa María de la Asunción, desvela los secretos de esta interesante instalación artística. Estaba ubicado en el primer tramo de la nave de la epístola, encima de la cripta de los marqueses de Valdeloro, siendo este retablo una de las condiciones para poder construir dicha cripta por el marqués don Alonso Boza de Chávez Ponce de León y Obando.
El retablo consta de banco, un cuerpo de tres calles y ático, construido en madera de castaño, y es de orden salomónico. Es el retablo más antiguo de los existentes en la Parroquia. Su proceso constructivo se inicia con el contrato firmado entre el marqués don Alonso Boza de Chávez Ponce de León y Obando y el retablista Cristóbal Ramírez Prieto, firmado el 15 de diciembre de 1679, fijando su precio en 9.000 reales de vellón y siendo el plazo de ejecución de diez meses.
En el mismo se especificaba que se haría según las trazas por él presentada más dos niños de escultura y dos escudos con las armas del marqués, siendo posteriormente dorado en 1770. A ambos lados del ático tiene dos lienzos que representan a San Francisco y el otro a la virgen entregando la casulla a San Ildefonso, del siglo XVIII, y es de clara inspiración murillesca, según el autor del libro.
Cuando el retablo estaba montado y al uso tenía una imagen de San Juan Bautista del siglo XVII en el ático, sobre una hornacina. Presidiendo el retablo se encontraba la imagen de la Inmaculada, y en sus calles laterales se encontraban dos tallas. Una de San José con el niño, con diadema y potencias de plata del siglo XVIII, que fue restaurada en Sevilla, en 1919, por el importe de 18,20 pesetas. En 1948 fue de nuevo restaurada en Sevilla. En la otra calle existía una imagen de San Pedro repolicromado del siglo XVII. En el ático estuvo la imagen de San Bartolomé, santo de gran devoción en Aroche, cuya talla fue destruida en los sucesos de 1936.
La propia publicación, aparecida en 2014, ya alertaba de la urgencia del montaje del retablo, dado el precario estado del habitáculo en el que se encuentra almacenado. El presupuesto solicitado en 2007 para estas tareas ascendía a 67.232 euros, aunque ya se advertía que "como forma de preservación inmediata y al objeto de evitar pérdidas o deterioro de piezas, sería conveniente ensamblarlo y colocarlo dejando una restauración más ambiciosa para más adelante".
Además de la labra de este retablo, los marqueses de Valdeloro también mandaron construir una cripta en la iglesia, para enterramiento de sus familiares y esclavos.
Los trabajos se han iniciado con el montaje del banco como punto de arranque, estando a la espera de un presupuesto para la instalación completa. Aunque se trata de ciudadanos de a pie los que intentan realizar este sueño, la tarea se encuentra avalada por especialistas en Bellas Artes y Restauración, como Héctor y Rafael Pérez Moreno y José María Vázquez. El propio Jesús Mendoza, prestigioso restaurador serrano que recuerda que el retablo se desmontó para evitar su desplome y acometer la restauración de las piezas para volver a montarlo, ha anunciado públicamente su colaboración con la iniciativa.
Finalmente, también las instituciones se van a implicar en el proyecto, como ha indicado el propio alcalde arocheno, Antonio Muñiz Carrasco, quien ya ha mostrado públicamente su apoyo a la iniciativa.
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