La Junta de Andalucía, el Gobierno central y la Diputación de Huelva -con bomberos, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y otros organismos como el 112 o el Grea- se reunieron ayer en el Comité Asesor del Plan Infoca, en el que también participó el fiscal delegado de Medio Ambiente, Alfredo Flores. Fue el momento de hacer balance y de prever lo que se avecina en una temporada de incendios que se encuentra ya en alerta máxima pero que se augura mejor que la del pasado ejercicio gracias a las generosas lluvias y a las suaves temperaturas que nos acompañan, como aventuró ayer el delegado del Gobierno de la Junta en Huelva, Francisco José Romero: "Fundamentalmente en marzo y abril las condiciones han sido muy positivas para lo que es la reserva hidrológica de la provincia y lo que representa el estrés hídrico de la vegetación en este momento; por lo tanto, las condiciones se presentan más favorables que en otros años" gracias a la climatología.

Especialmente si se tiene en cuenta que 2017 ha sido el peor ejercicio de fuegos en el campo del último decenio, con 11.699 hectáreas quemadas, diez mil de ellas solo en el incendio de Las Peñuelas (Moguer), que se encuentra en plena investigación judicial. De esta superficie forestal arrasada por las llamas el año pasado, 8.606,4 hectáreas fueron de arbolado y 3.092,8, de matorral.

Las condiciones se presentan más favorables que en otros años debido a la lluvia"Francisco José RomeroDelegado del Gobierno

Se ha multiplicado por diez en un decenio el terreno devorado por el fuego, si se tiene en cuenta el dato de las 1.120 hectáreas calcinadas en 2007, que estaba marcado como el peor registro de los últimos años. Sin embargo, las casi doce mil hectáreas que ardieron el año pasado apenas significan un tercio de las 35.000 que fueron dañadas en el macroincendio que tiznó de negro el paisaje de Riotinto en julio de 2004.

La provincia, según el inventario del Infoca -al que ha tenido acceso Huelva Información-, sufrió un total de 134 siniestros en 2017. El 63% de ellos fueronconatos, con menos de una hectárea afectada en cada uno. En el 20,9% ardieron entre una y cinco hectáreas y en el 8%, entre cinco y 25 hectáreas de terreno. Un 5% de la superficie perjudicada se hallaba en la horquilla de 25-100 hectáreas, el 1,2% entre 100 y 500 hectáreas, y 1,8% perjudicó a más de 500.

Tres de cada cuatro localidades se vieron afectadas por, al menos, un incendio forestal, 59 pueblos en total. Es más, al 43% de los términos municipales onubenses se les quemaron el año pasado, como mínimo, cinco hectáreas de masa forestal, 33 pueblos según el Infoca.

Ardieron 9.970 hectáreas de monte público en 51 siniestros rurales. El resto corresponde a parcelas de particulares o mixtas.

Entre enero y mayo de 2018 acontecieron en la provincia 23 incendios forestales. Son cinco menos que en el mismo plazo de 2017. Además, la superficie arbolada damnificada apenas ha sido de media hectárea y el 96% de los fuegos fueron conatos. "En todos los que han ocurrido se ha actuado con rapidez y eficacia, como normalmente actuamos, pero en circunstancias climatológicas más positivas", subrayó Romero tras la celebración del comité.

El peor mes del año en lo que a incendios forestales se refiere ha sido el de febrero, cuando ardieron 5,6 hectáreas en 14 fuegos. En marzo y abril, por ejemplo, no se contabilizaron más de uno por cada mes.

Pese a la buena previsión para lo que está por llegar, el delegado del Gobierno andaluz en Huelva quiso trasladar un mensaje a la ciudadanía, teniendo en cuenta que 96 de cada 100 fuegos "tienen detrás la mano del hombre, tanto por motivos de imprudencias como de intencionalidad; todo el mundo que vaya al medio rural debe ir con responsabilidad, con prudencia, porque al final cualquier actuación en el campo puede generar un incendio y las consecuencias del mismo pueden ser devastadoras, como el año pasado".

El servicio de extinción del Infoca permanece activo durante todo el año, pero es a partir de este mes cuando se pone en alerta máxima ante el elevado riesgo de fuegos. De los 22 millones de euros de presupuesto del Plan Infoca en Huelva, este año se destinan 11.250.000 euros al apartado de la extinción.

La onubense es la provincia con más masa forestal de Andalucía. Por ello los medios materiales para combatir las llamas son amplios. Se dispone de una Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones (UMMT), 21 vehículos pesados (18 autobombas y tres nodrizas), dos aviones de carga en tierra (posicionados en la pista de aterrizaje de Las Arenas, en Niebla) y tres helicópteros de transporte y extinción posicionados en Galaroza, Almonte (Cabezudos) y Valverde del Camino.

Más allá de apagar incendios, las tareas de extinción también se concentran durante todo el año en la elaboración de informes, de expedientes sancionadores, el diseño de cortafuegos y de planes de emergencia y "se hace una labor educativa, ya que en este curso ha trabajado con casi 1.000 alumnos", señaló el delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Antonio Cortés.

Además, expresó que la ciudadanía "debe estar tranquila, porque las administraciones tienen las pilas puestas para que este año, si se produjesen -esperemos que no- incidentes como el del año pasado, estemos alerta y funcionemos de la misma manera". La coordinación, subrayó, es clave.