Puebla de Guzmán vive un año más con intensidad y fervor la Romería de la Peña

Puebla de Guzmán/Puebla de Guzmán vive este fin de semana sus días más grandes. Los que dedica cada año a la Reina del Andévalo, la Virgen de la Peña, con la celebración de una romería única y singular que se perfila como una de las más antiguas de Andalucía, teniéndose referencias escritas de su celebración desde el año 1636. Dicho festejo romero, que se desarrolla estos días en el inigualable paraje del Cerro del Águila, está reconocido oficialmente como Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía desde 1999, además de estar incluida en el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía.

Bajo una excelente climatología primaveral, la Romería vivió este domingo uno de sus días grandes con la procesión de la Virgen de la Peña por las inmediaciones de su santuario del Cerro del Águila, precedida de la tradicional Danza de las Espadas, y en compañía de miles de devotos procedentes de todos los rincones del Andévalo y del resto de la provincia de Huelva.

En esta ocasión, la Reina del Andévalo está arropada por los ocho mayordomos que el año pasado se hicieron con los Pendones de la Virgen durante uno de los actos más emotivos de esta tradicional romería: el Sermón de Súplicas que cada edición pone el punto y final a la fiesta en la jornada del martes de Romería.

Dicha Mayordomía está por tanto integrada por ocho familias o vecinos de la localidad, encargadas un año más de garantizar la continuidad de una de las fiestas romeras con más arraigo y joyas etnográficas de la provincia de Huelva. Se trata de las familias González-Pérez, Ramos-Díaz, Ponce-Delgado y Borrego-Martín; los hermanos Suárez Olivera; y de forma individual ⁠Pedro Maestre, ⁠Leonor López y ⁠Juana Pacheco.

La jornada de este domingo arrancó bien temprano, a las 8:30 horas, con la celebración de la misa de peregrinos de San Bartolomé, a la que siguieron las misas de hermandades (Matriz, Madrid y Huelva) y la Solemne Función Religiosa a mediodía. Una vez concluida esta última, sobre las 13:00 del mediodía, llegó uno de los momentos más esperados, con la procesión de la Virgen de la Peña hasta la conocida como Pisá del Potro, donde los cargadores la levantan todo lo que pueden hacia el casco urbano de Puebla de Guzmán, visible en la lejanía. La jornada prosiguió con el tradicional besamanos, y posteriormente fue servida la "Comida de Pobres", una caldereta que en sus orígenes fue un gesto solidario y que hoy se mantiene como acto comunitario.

No obstante, la programación oficial de la Romería dio comienzo muchos días antes, el pasado miércoles 23 de abril, con el Pregón de la Romería, este año a cargo de Diego Jesús Macías Martín, quien fue presentado por Luisa Domínguez Martín. Dos días después, el viernes 25 de abril, tuvo lugar el traslado del Simpecado desde la parroquia del municipio hasta la Casa de la Hermandad, recorriendo las calles más emblemáticas del municipio. Posteriormente tuvo lugar la ya tradicional rifa popular en el Casino Sociedad.

Posteriormente, ya en la jornada de este pasado sábado, tuvo lugar otro de los momentos centrales de la festividad: la recogida de los mayordomos por parte de la Hermandad conformando una bonita caballería hacia el santuario.

El alcalde de Puebla de Guzmán, Antonio Beltrán, ha querido invitar a toda la provincia de Huelva a vivir "una de las romerías más bonitas que tiene la provincia de Huelva. Una tradición que conservamos y que llevamos en nuestro corazón", la cual supone "todo un sentimiento puebleño durante los días que dura la Romería". Una invitación a la que también se sumó la Hermana Mayor de la Hermandad de la Virgen de la Peña, Ilde Gómez.

La Virgen de la Peña es la única imagen coronada canónicamente en la comarca del Andévalo, y la devoción hacia ella una de las señas de identidad vinculada al pueblo de Puebla de Guzmán desde sus orígenes, teniéndose constancia histórica de ella al menos desde el siglo XV (1470), donde se fija la aparición de la Virgen de la Peña y el inicio de su veneración. Las primeras referencias documentales relativas a los primeros cultos y expresiones festivas organizadas en su honor datan del año 1636.

Este evento religioso y cultural siempre se desarrolla durante el último fin de semana de abril y reúne numerosos elementos que la distinguen por su valor etnológico, histórico y social.

Procesiones a caballo, trajes únicos y danzas rituales

Uno de los elementos más destacados de esta romería es la organización de las procesiones a caballo, protagonizadas por caballistas ataviados con trajes tradicionales conocidos como gabachos y gabachas, acompañados por romeros a pie que entonan coplas y fandangos durante el recorrido hasta el santuario. Además, la Danza de Espadas, inscrita desde 2011 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Actividad de Interés Etnológico, representa una coreografía ritual de gran simbolismo. Esta danza, ejecutada frente a la ermita y ante la imagen de la Virgen durante su procesión, refuerza el carácter ceremonial y patrimonial de la romería.

La caldereta de carne, servida en la "Comida de Pobres", y los dulces tradicionales repartidos por los mayordomos durante los días previos y durante la romería, forman parte esencial de la celebración. Estas comidas comunitarias, abiertas a todos los asistentes, refuerzan el sentimiento de pertenencia e identidad local.

Recta final de la fiesta

Finalmente destacar que este lunes, 28 de abril, está prevista la Santa Misa y de nuevo la procesión de la Virgen, presidida por el párroco José Manuel Romero Martín. Por la tarde la caballería descenderá nuevamente al municipio, donde recorrerá otra vez sus empedradas calles.

Ya en la jornada del martes, 29 de abril, tendrá lugar una segunda recogida de mayordomos y la subida de los Pendones de la Virgen hasta el santuario. Allí tendrá lugar el momento culminante de la Romería: el Sermón de Súplicas, también a cargo del párroco José Manuel Romero Martín, en el que se entregan los Pendones por los actuales mayordomos, y en el que se exhorta cogerlos por las puebleñas y puebleños para el año siguiente, garantizando así la continuidad de la tradición. Los actos concluirán con una última bajada de la caballería, acompañando esta vez a los nuevos mayordomos para el año que viene.