La prohibición de captura de la cigala agrava la crisis de la flota de arrastre

La prohibición de la pesca de la cigala en todo el Golfo de Cádiz a la flota de arrastre ha colmado el vaso de la paciencia del sector pesquero onubense. Los 90 barcos de arrastre de Huelva que saldrán a faenar dentro de varios días, después de soportar una parada biológica sin ayudas de ningún tipo, se quedan sin su producto estrella para Navidad. Recibieron la orden de prohibición el pasado fin de semana. El varapalo ha sido tan grande que en el puerto de Isla Cristina han colocado una gran pancarta pidiendo la dimisión de la directora general de Pesca de la Junta de Andalucía. Al fin del cupo de cigalas se une la merluza, la caballa y la escasez de chirlas (los barcos llevan ya parados una semana), además de la sardinas. Los pescadores ya han exigido un estudio del caladero, que está dando alarmantes síntomas de agotamiento para una flota que se acerca al millar de embarcaciones de distintas artes.

La prohibición de pescar cigalas viene impuesta después que se haya alcanzado el cupo de capturas que establece la Unión Europea. La orden afecta a todos los barcos de la comunidad, incluidos los del Golfo de Cádiz, el Atlántico Norte y Portugal.

La medida se aplica a todas las embarcaciones de arrastre, una vez que se han alcanzado el cupo total, con independencia de las capturas de cigalas que haya realizado cada una de ellas.

Según la orden, los barcos no puede pescar este tipo de marisco desde el pasado 30 de octubre al 31 de diciembre.

El patrón mayor de la Cofradía de Isla Cristina, Mariano García, se quejaba ayer de esta medida que llega en un momento en el que sector pesquero atraviesa por numerosos problemas y "tenía puestas sus esperanzas en la fechas navideñas".

Según Mariano García, la prohibición de capturar cigalas supone ahora un grandísimo problema y un grave inconveniente para el arrastre que tras una parada biológica se prepara ya para salir en breve para faenar. "No tenemos porqué pagar las consecuencias depredadoras de pescadores gallegos o vascos, que son los que han acabado con la cuota", se quejó ayer el patrón mayor isleño. Esto unido a la problemática del ricchio (arte de pesca para la chirla) agravan la situación pesquera en Isla Cristina. La actividad en la lonja isleña supera los 22 millones de euros, entre gamba, chirla, cigala y merluza.

La semana pasada, los afectados de Punta Umbría junto con los de Isla solicitaron una reunión conjunta a la consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera, para buscar una solución y conocer de primera mano qué es lo que ha ocurrido en los caladeros, si se ha realizado un estudio y qué seguimiento se ha hecho al respecto. "Hay veces que la Administración oculta datos que no pone encima de la mesa", enfatizó el patrón mayor.

A pesar de la situación que está atravesando el ricchio por la escasez de marisco, especialmente en la zona de levante (una zona que se reserva para que los barcos puedan faenar en invierno), Mariano García realizó un llamamiento y reconoció que no todo el mundo cumple la normativa de las taras.

En estos momentos los afectados están a la espera de que Sevilla conteste para acudir a la reunión, no descartándose que si hay demora, se puedan manifestar a las puertas de la Delegación Provincial de Pesca en señal de protesta por la situación que soportan.

El sector de la chirla de Punta Umbría, Isla Cristina y Sanlúcar de Barrameda mantendrá el viernes una reunión con la dirección de Pesca de la Junta de Andalucía para abordar la falta de captura en el caladero del Golfo de Cádiz, según informó ayer a este periódico el patrón mayor de la cofradía puntaumbrieña, Antonio Albarracín.

Éste explicó que el sector acudirá a la reunión con una serie de propuestas (no especificó cuáles) para hacer frente a la situación por la que atraviesan los barcos de ricchio y draga hidráulica. Albarracín señaló que se trata de planteamientos para negociar con la Junta de Andalucía una salida para el sector, que ha iniciado un paro voluntario porque las capturas reglamentarias han desaparecido y no se puede pescar.

El patrón mayor resaltó que las alternativas que proponen a la Administración tienen como finalidad efectuar una parada extraordinaria de varias semanas para permitir la regeneración del caladero.

Los pecadores de la chirla llevan ya algunos días sin salir a faenar porque las capturas no alcanzar las tallas mínimas. Esta situación ha llevado al sector a solicitar de nuevo una reunión con la consejera, Clara Aguilera, para negociar un paro con algún tipo de subvención.