Procesión Magna Mariana Jubilar. Toda una provincia unida en torno a la Virgen
La Procesión Jubilar Magna Mariana, celebrada el 20 de septiembre de 2025 en la capital onubense, no solo fue capaz de movilizar a toda Huelva, sino que, más allá de su raíz devocional, se convirtió en una muestra colectiva de identidad, patrimonio y capacidad organizativa. Impulsada por la Diócesis de Huelva, la jornada reunió a veinticuatro imágenes procedentes de parroquias y hermandades de toda la provincia, en un recorrido conjunto que transformó el centro histórico en un gran espacio simbólico y patrimonial. La magnitud de la participación y la implicación de numerosas corporaciones cofrades reflejaron el carácter territorialmente integrador del acontecimiento. En este contexto, la Medalla de Oro de la Provincia reconoce un fenómeno que desbordó cualquier expectativa. La respuesta masiva y ordenada del público, la cooperación institucional sin fisuras y el impacto económico registrado aquel fin de semana contribuyeron a proyectar una imagen sólida de Huelva como referente de patrimonio material e inmaterial. El expediente subraya, además, la excepcional muestra artística que supuso la presencia de tallas de autores como Sebastián Santos, León Ortega, Castillo Lastrucci o Manuel Vergara Herrera, habitualmente dispersas por numerosos templos y reunidas de manera inédita en un mismo recorrido. El obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, ha subrayado que la distinción no puede entenderse desde una perspectiva individual, sino colectiva. “Recibimos esta distinción con profunda gratitud. La medalla no es un reconocimiento personal ni al Obispado, sino a un pueblo creyente que, con gran hondura espiritual y ejemplar responsabilidad, hizo posible una celebración que desbordó devoción y civismo”, ha explicado. Para el prelado, la jornada dejó una imagen imborrable del modo en que la fe, “cuando se expresa con serenidad y belleza, genera unidad y esperanza en toda la provincia”. Entiende Gómez Sierra que el galardón reconoce, ante todo, la capacidad de la Magna Mariana para situarse en un espacio más amplio que el estrictamente religioso: “Pienso que la Diputación ha visto en la Magna Mariana un acontecimiento que trascendió lo estrictamente religioso. Fue una manifestación de identidad compartida, de tradición viva y de un patrimonio cultural que movilizó a miles de personas”. La buena respuesta de la ciudadanía y la ausencia de incidentes confirmaron la eficacia de un dispositivo técnico y de seguridad coordinado entre distintas administraciones y entidades cofrades. El obispo destaca también el ánimo que deja la distinción en la Diócesis. “Este galardón nos anima a seguir sirviendo con humildad y dedicación. Refuerza la convicción de que la Iglesia debe continuar siendo un espacio de encuentro, diálogo y servicio al bien común. Nos impulsa a seguir cuidando nuestras tradiciones, acompañando a nuestras hermandades y promoviendo iniciativas que ayuden a fortalecer la cohesión social y espiritual de nuestra provincia”.
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