romería de san benito abad Día grande para El Cerro de Andévalo

Entre la procesión y el baile del poleo

  • Miles de personas asistieron ayer a la celebración romera más antigua de la provincia de Huelva · 'Jamugueras' y 'lanzaores' compartieron el protagonismo de la fiesta durante la salida del Santo.

Visitar estos días la romería que en honor de San Benito Abad se celebra en El Cerro de Andévalo es retrotraerse en el tiempo a épocas pasadas y ya casi perdidas en los anales de la historia. No en vano, esta tradicional celebración religiosa, que tiene lugar cada primer domingo de mayo en los alrededores del santuario de Los Montes de San Benito, es la más antigua de la provincia de Huelva y la que mejor conserva sus raíces tradicionales, además de estar declarada como Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Pese a que esta romería se inició el pasado jueves con el Día de Lucimiento de la mayordoma y las jamugueras por las calles de la localidad, el día grande de la misma no tuvo lugar hasta ayer. Y es que Los Montes de San Benito volvieron a ser testigos una vez más de algunos de los elementos que mejor caracterizan esta fiesta, los cuales la han hecho famosa en toda España como son sus danzas, sus bailes, sus trajes y su música

La jornada se inició a las 8:30 con el recibimiento de la mayordomía, formada por los mayordomos de San Benito de este año y de todos sus familiares, a todos los romeros que visitan el santuario, ofreciéndoles el tradicional dulce de membrillo y vino de pasas. Pasadas las 10:30 tuvieron lugar las confesiones y una Santa Misa, tras la cual los mayordomos reparten entre todos los presentes el también tradicional caldo cerreño de carne con hierbabuena en el patio de caballos del santuario.

Posteriormente llegó uno de los momentos más esperados por los devotos de San Benito, como es la solemne procesión del Santo por las inmediaciones de la ermita, acompañado por el tamboril y los danzaores. Éstos, trenzando su típica Danza de Las Lanzas, pasan en repetidas ocasiones bajo el paso de San Benito sin dar nunca la espalda a su imagen. Le acompañaron también, además de todas las autoridades locales y los responsables de la hermandad, los mayordomos de este año y las jamugueras con sus típicos y vistosos trajes.

Tras la procesión tuvo lugar otra solemne misa cantada por el coro de la hermandad durante la que fueron entregadas las medallas a los nuevos hermanos, para dar paso a uno de los momentos más esperados del día: el tradicional Baile del Poleo en la explanada junto a la ermita por la mayordoma, las jamugueras y los lanzaores, bajo los típicos sones de la gaita y el tamboril.

Ya por la noche tuvo lugar el santo Rosario y el canto del Santo Dios, para hacer posteriormente entrega de las Bandas del Mayordomo a San Benito Abad en espera de que en la jornada de hoy otro devoto de San Benito se haga con ellas recogiendo el principal testigo que mantiene intacta esta tradicional romería. De madrugada estaba prevista la denominada Salida del Cristo.

El traspaso de la Banda de San Benito volverá a ser por tanto hoy uno de los momentos más esperados de la fiesta. Y es que la toma de la Banda por quien será a partir de hoy el nuevo mayordomo de San Benito Abad para la siguiente romería se desarrolla en un ambiente de intensísima emotividad. Tras la puesta de las bandas al nuevo mayordomo se produce una de las tradiciones más curiosas de la fiesta como es el reparto de avellanas lanzadas a voleo entre todos los presentes y la danza en la que el rabeón (o guía de los lanzaores) exhibe insertados en la punta de su lanza varios trozos de turrón de avellanas que también son posteriormente repartidos entre los asistentes.

Finalmente, a las 16:00, los romeros partirán desde el santuario hacia El Cerro de Andévalo, donde a su llegada la nueva mayordoma hace entrega del tradicional Ramo de Flores de San Benito a su mayordomo.

El presidente de la Hermandad de San Benito Abad, Pedro José Romero, realizó una valoración "muy positiva" de la romería, destacando que todo se ha desarrollado con "absoluta normalidad".

Romero subrayó que pese a las malas previsiones meteorológicas, finalmente dejó de llover pasado el mediodía del sábado, justo antes de la partida de los romeros hasta el santuario, "permitiendo que la peregrinación fuese muy buena y contase con mucha afluencia de personas".

Romero también quiso resaltar que los cerreños han podido vivir un año más "una bonita romería en base a sus arraigadas costumbres, porque creo que con ella tenemos un patrimonio único que queremos conservar y mantener con toda su pureza para compartirlo entre todos: entre los cerreños y con aquellos que nos visitan".

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