El portavoz de IU, acusado de un delito de calumnias a un empresario

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de La Palma del Condado ha admitido a trámite una querella contra el portavoz de IU de Almonte, Daniel Martínez, por un presunto un delito de calumnias tras llevar a Pleno una moción en la que supuestamente desacreditaba la labor del empresario Gregorio Jesús León. La demanda se presentó después que la formación de izquierdas llevara al Pleno municipal una propuesta para reprobar públicamente a Fundovel y en apoyo al comité de empresas del Hotel Tierra Mar de Matalascañas.

El letrado de la acusación mantiene en su escrito que el portavoz de IU le imputa y atribuye una serie de acciones, en su condición de persona física, "que son absolutamente inciertas" y que "atentan gravemente a su honorabilidad así como a su buen hacer empresarial". El empresario manifiesta que la aparición de su nombre así como los hechos y las manifestaciones que dieron cuerpo a la moción de IU son "absolutamente falsas e inciertas", constituyendo un delito de "calumnias e injurias" producidas por dicho escrito en el que se atacaba gravemente a su honor.

León mantiene que él no era jurídicamente ni dueño ni propietario del hotel, ni tampoco que comprase las acciones de la entidad Fundovel SA. En consecuencia, descarta que despidiese a ningún trabajador ni prescindiese de la plantilla.

En la denuncia se especifica que el demandante "es tan sólo accionista y administrador de Desarrollo Integral de Inmuebles S.A (Deinsa), que ha invertido en dicho hotel y ha prestado y suministrado capital a Fundovel.

La moción fue llevada a Pleno en junio de 2014 y en ella Martínez sentenciaba que el Tierra Mar fue "el vivo ejemplo de la trama especulativa" al pasar de unas instalaciones turísticas que en 1975 constituían un referente en la localidad y que generaban en temporada alta 130 puestos de trabajos directos, a buscar el beneficio del ladrillo. El líder de izquierdas recalcaba que la buena praxis en materia económica dio un giro radical cuando en el año 2000 la empresa cambia de propietarios. "En apenas una década, un hotel rentable pasa a ser deficitario y termina por cerrarse". Martínez achaca esta situación a que "los nuevos propietarios no eran profesionales de la hostelería, sino empresarios vinculados al sector "especulativo de la construcción" que llevaron a cabo varias operaciones.

Según IU, esto provocó que "una actividad rentable en nuestra localidad" fuera desmontada pieza por pieza para "que un grupo especulativo haga otros negocios". El resultado fue primero, en octubre de 2010 un ERTE, de seis meses que afectó a 25 trabajadores , en febrero de 2012 en un plan de viabilidad que el Tribunal Superior de Justicia Andaluz concluyó que no se ajustaba a derecho y la propuesta de otro ERTE por un periodo de cuatro años que finalizaría el 2016 que fue rechazada por el propietario, según el comité de empresa.