La población espera que llegue agua desde el Alentejo portugués

Encinasola espera una respuestas de las autoridades portuguesas del Alentejo para el transporte de agua hasta la localidad serrana, que sufre restricciones en el suministro desde hace más de una semana.

El alcalde de la localidad serrana, Ángel Méndez, se desplazó la pasada semana con los técnicos de la empresa Giahsa para reunirse con miembros de la Empresa de Aguas Alentejana. Durante la reunión, se apuntó la posibilidad de llevar agua desde la zona de Portugal hasta Encinasola a través de dos camiones cisterna con una capacidad de 26 metros cúbicos cada uno, lo que supondría garantizar el abastecimiento si los vehículos realizan dos viajes al día para trasladar el líquido hasta la depuradora de la localidad.

Posteriormente, Giahsa realizó la notificación oficial a la empresa del Alentejo, por lo que está a la espera de obtener una respuesta rápida por parte lusa para solucionar temporalmente el problema.

Durante la visita, los responsables de ambas entidades recorrieron las poblaciones de Amareleja, Safara, Barrancos y el río Ardilla, aunque según las conversaciones mantenidas lo más probable es que de producirse el transporte de agua sea desde Amareleja.

Encinasola sufre restricciones de agua desde el pasado día 14 de este mes, en horario que va desde las 22:30 a las 06:30.

Los habitantes de la villa serrana son conscientes de la situación y se resignan a duras penas, pero los que más lo sufren los cortes son las empresas, como es el caso de los bares, restaurantes, hoteles y panaderías, que tienen que pasar toda la noche y madrugada sin agua corriente para poder desarrollar su trabajo.

Los vecinos cubren la deficiencia llenando cubos, bañeras y algunos han recuperado los pozos y aljibes. El gasto de agua se ha reducido a la mitad en estos días, y ha sido tras reparar los técnicos de Giahsa fugas importantes en la red, que se han producido por la falta de un mantenimiento adecuado.

Otra solución, el trasvase de agua desde la antigua presa de la Charca de Flores, en el río Múrtigas, se inició a finales de agosto, cuando el río ya iba seco. Por todo eso, el último Pleno criticó la gestión de Giahsa.

Inicialmente, el objetivo de estas restricciones en el suministro es prolongar la duración de las reservas de esta localidad, cuya Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) se surte de agua de la captación del municipio.