La playa de la bandera roja

El movimiento de los sedimentos de arena y las corrientes hacen de La Bota una zona peligrosa para pescadores y bañistas · La señalización advierte del riesgo

La playa de la bandera roja
Y. S. / Huelva

01 de noviembre 2010 - 05:01

La playa de La Bota en Punta Umbría marca en el mapa del litoral onubense un punto rojo. Sus aguas son peligrosas y las causas son múltiples. Han sido objeto de estudio por parte de grupos investigación de la Universidad de Huelva, uno de ellos es el de Geología Costera, del que forma parte el profesor Juan Antonio Morales. Aunque ahora La Bota es la playa más peligrosa de la costa de Huelva, en el pasado hubo otras de similar riesgo e incluso mayor, como la playa de la Canaleta. Esto cambió al construirse los espigones, que han modificado la fisonomía del litoral con sus pros y contras.

En la Bota, una de las causas que dan lugar a este riesgo es la desembocadura del río Piedras. Este caudal de agua dulce al llegar al mar arrastra una acumulación de arena que va formando una barrera, por los movimientos de las mareas y de las olas, que con el paso del tiempo ha ido creciendo originando la Flecha de El Rompido. Las subidas y bajadas de marea en relación con el oleaje causan zonas de alta erosión creando un fondo marino irregular con zonas muy profundas. Las corrientes de agua son tan fuertes que acaban creando canales de gran desnivel, donde el agua tiene mucha fuerza sobre todo durante las bajadas de marea cuando la corriente empuja mar adentro. Esto, unido a las llamadas corrientes de resaca que se produce cuando las olas son fuertes, hacen de esta playa la más peligrosa de la provincia.

Estas corrientes se generan a tan sólo unos metros de la orilla y en un tramo paralelo de apenas algo más de un kilómetro, concretamente entre El Portil y el final del carril bici de Punta Umbría.

Morales señala que, a diferencia de la playa de los Enebrales, esta zona se caracteriza por ser una playa muy irregular, donde se producen cambios continuamente, mientras que la playa de los Enebrales presenta un aspecto bastante regular. En la Bota "te encuentras que el lago que se formaba aquí al siguiente está allí". Esta característica forma parte de la fisonomía particular que las corrientes y los movimientos de arena crean en esta franja arenosa.

Los accidentes son más frecuentes con la marea baja, es cuando la gente se confía y accede a zonas que emergen. Esta situación es frecuente al final de la playa de Nueva Umbría, donde los mariscadores acuden a faenar. Cuando la marea empieza a subir quedas atrapado y los canales de agua que se crean entre las zonas arenosas suelen ser bastante profundos; si a ello se suman fuertes corrientes de agua, una caída puede ser fatal, sobre todo, "si la marea te arrastra mar adentro", apunta Juan Antonio Morales.

La cuestión es que esta situación que se genera cuando existen zonas sumergidas y en superficie, se repite en el fondo, lo que hace más difícil su localización. Esta peligrosidad ha dado lugar a que durante toda la temporada estival la playa de La Bota mantenga la bandera roja para advertir a los bañistas de que existe peligro aunque aparentemente no lo parezca. En tres de las entradas a la playa se colocan carteles que recomiendan extremar la precaución en esta zona de baño y los voluntarios de Protección Civil de Punta Umbría mantienen la máxima alerta.

El profesor Juan Antonio Morales comenta que el balizamiento se lleva a cabo de acuerdo a la legislación establecida y sin tener en cuenta sus características especiales, aunque también reconoce que está sometida a cambios constantes y rápidos por lo que sería complicado hacerlo.

Fuentes de Salvamento Marítimo explicaron que el balizamiento de esta playa como del resto del litoral corresponde a los ayuntamientos. En el caso de La Bota en Punta Umbría y de cara a la temporada estival colaboran para tratar de adaptar la señalización marítima a las características de la zona.

Lo que ocurre en la playa de La Bota también pasaba antes en la punta de la Canaleta de Punta Umbría, en Isla Cristina, Isla Canela o en la desembocadura del Odiel, hasta que se construyeron los espigones. Estos con sus ventajas e inconvenientes han evitado accidentes mortales en estos puntos de la costa onubense que vienen a coincidir con desembocaduras de ríos: el Odiel, el Carreras o el Guadiana. El profesor Morales subraya que la zona más peligrosa ha sido la Canaleta de Punta al coincidir varias circunstancias como que la población está vinculada a la pesca y que el casco urbano del municipio se encuentra muy próximo a esta playa, lo que favorecía incidentes regulares tanto de pescadores como de bañistas.

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