La plantilla de la escuela de hostelería vuelve al trabajo pese a su futuro incierto

Los trabajadores de la Escuela de Hostelería de Islantilla se reincorporaron ayer al trabajo con "incertidumbre" ante su futuro laboral y del propio complejo educativo puesto que llevan siete nóminas atrasadas y desconocen cuándo comenzará el curso.

Así lo puso de manifiesto en declaraciones a Europa Press el representante de los trabajadores por el sindicato CSI-F en la escuela, Blas Moreno, que lamentó "la falta de respuesta" por parte de la Junta de Andalucía y que, pese a que ayer volvieron al trabajo, todo son incógnitas debido a que no saben cuándo comenzarán las clases, ni cómo será el curso en cuanto a duración o presupuestos para poder planificar las unidades y la formación teórico-práctica del curso.

Moreno también señaló que los 18 empleados, entre profesores, mantenimiento y administración, están ante "una situación límite" al llevar tantos meses sin cobrar, a la par que ha indicado que han mantenido una reunión con el director de la escuela, pero éste no ha podido facilitarles detalles sobre el futuro más inmediato.

Además de deberle dinero a los trabajadores, los impagos también se dan con proveedores, lo que hace que aumente la preocupación entre la plantilla, según el representante sindical, quien recordó que desde el pasado mes de abril la escuela de hostelería es competencia de la Consejería de Educación y no de Empleo como hasta entonces, y ahora "ni uno ni otro dan soluciones" y lamentó que además se haya producido un cambio en el titular de la Consejería de Empleo.

Con el temor de que se declare "una quiebra técnica" en la Escuela de Hostelería si la situación no se arregla, hizo hincapié en la necesidad de que se aporten soluciones y al menos sepan cuándo comenzarán las clases y que se publiquen las listas de alumnos.

El delegado territorial de Educación, Comercio y Deportes en Huelva, Vicente Zarza, garantizó ayer la continuidad de la escuela de hostelería y envió un mensaje de tranquilidad tanto a los profesores como a los alumnos que ya cursan estudios en este consorcio y aseguró que "la escuela tiene futuro y va a continuar". Zarza indicó que la consejería está "muy contenta" con el proceso de aprendizaje que se lleva a cabo en el centro, así como con un porcentaje de inserción laboral que se sitúa en torno al 95%, lo que supone que "casi le aseguremos un puesto de trabajo a una persona que termina sus estudios en él".

El delegado justificó el retraso en la publicación de la listas en el hecho de que se está rediseñando la oferta formativa de los consorcios tras la transferencia de las competencias de la formación profesional para el empleo que en el primer trimestre de este año se produjo entre la entonces Consejería de Empleo y la de Educación.

"Está resultando complicado encajar todas estructuras que provienen de empleo, pero trabajamos en una oferta educativa que se adapte a necesidades de alumnos y del mercado y a la concepción de Educación que tenemos", dijo.

Con respecto al impago de los salarios a la plantilla, que suman ya siete meses sin cobrar, señaló que el proceso de cobro está, en estos momentos, en la Intervención, por lo que espera que "se haga efectivo lo antes posible".

IU ha responsabilizado a la Junta de Andalucía y a la Mancomunidad de Islantilla de la situación de la escuela de hostelería. Según la federación de izquierdas, el "reparto equitativo de responsabilidades" entre ambas administraciones sobre la situación que atraviesa el centro es una proporción del 70% para la Administración andaluza y del 30% para la mancomunidad, integrada por los consistorios de Lepe e Isla Cristina.

Así, exige a la Junta que aporte ya su parte para poder pagar las nóminas y las deudas contraídas con los proveedores, al igual que es necesario que la Mancomunidad, presidida actualmente por el alcalde de Lepe, "lleve a cabo lo que se ha puesto encima de la mesa y se aprobó incluso en una moción institucional en la que todas las administraciones se comprometieron a aportar lo necesario para dar una solución al problema".

La Escuela de Hostelería de Islantilla arrastra una deuda de más 400.000 euros, lo que ha generado una ristra de siete nóminas impagadas que afecta a la totalidad de sus trabajadores.

Estos se desplazaron el pasado 30 de julio a Sevilla para reclamar a la Junta de Andalucía el pago de las nóminas. Junto a ello lo hicieron también los de la plantilla del Centro Andaluz de Formación Medioambiental para el Desarrollo Sostenible (Formades) de Almonte, a los que se adeuda un total de nueve nóminas, y de otros cuatro centros de centros de la Red de Consorcios de Formación de Andalucía.