El plancton y las corrientes tapizan las costas de verde
El bioquímico de la UHU Carlos Vílchez achaca el brote al exceso de sustancias nutritivas
El aumento de las algas en la costa occidental de Huelva podría deberse a la eutrofización, el incremento de sustancias nutritivas en aguas dulces de lagos y embalses que provoca un exceso de fitoplancton, el cual favorece la proliferación de organismos fotosintéticos. Traducido al argot de calle, la sobrealimentación de estos organismos marinos podría estar detrás de esa imagen de costa onubense tapizada de verde.
El doctor en bioquímica y profesor de la Universidad de Huelva, Carlos Vílchez, destaca que la proliferación de algas "es algo frecuente en zonas costeras como respuesta a la radiación solar", si bien nunca a los niveles actuales.
Para explicarlo, Vílchez detalla que "en el mar existe baja disponibilidad de nitrógeno y fósforo", por lo que el crecimiento de estos organismos es menos pronunciado que cuando recibe un exceso de nutrientes provenientes del río Guadiana, que contribuirían al aumento de la reproducción de las algas, que se ve favorecida por el incremento de horas de sol.
Sin embargo, para que se produzcan fenómenos como los acaecidos en Cartaya, Punta Umbría y, en menor medida en Mazagón, es necesaria una concatenación de factores en los que entraría en juego "las corrientes oceánicas", las cuales mueven el mar de fondo arrancando estos organismos, los cuales anidan adheridos a fondos rocosos, y los lanza a las playas.
El hábitat natural de las algas lo encontramos en profundidades de entre 3 y 25 metros, dependiendo de la transparencia del agua. Precisamente en escenarios donde les llegue la luz solar para realizar la fotosíntesis, ya que gracias a ella pueden vivir y desarrollarse, al igual que cualquier planta. Este detalle podría justificar el por qué el agua estaría tan sumamente fría durante la primera quincena del mes de julio, que se correspondería con una "dinámica de las corrientes que provienen de las zonas alejadas y profundas del océano", concluye Vílchez.
Las algas son consumidas como alimento en China y Asia. En occidente su aprovechamiento tiene un cariz más industrial y desde el siglo XVIII se extrae de ella sosa, yodo y otros compuestos químicos. Las de la costa Huelva se podrían utilizar como biomasa natura.
Por otra parte, se desconoce la labor de barrera que haya podido ejercer el espigón Juan Carlos I para cortar el paso a las algas hacia la zona oriental, Mazagón y Matalascañas.
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