"Estamos en la buena pista y creemos que el protocolo que hemos iniciado es bueno"
El biólogo Luis Javier Gertrudix, de una empresa especializada en depuración asentada en Ayamonte, Ría del Carreras, quiere dejar muy claro de antemano que, "sin querer lanzar las campanas al vuelo, pensamos que estamos en la buena pista y creemos que el protocolo que hemos iniciado y establecido en distintos ensayos es bueno".
Gertrudix, consultado por este periódico, asegura haber realizado en los últimos años tres ensayos científicos en este sentido (dos en 2009 y otro en 2010), "de los cuales hemos obtenido un diseño de protocolo para la eliminación de elementos nocivos del bivalvo que puede ser eficiente".
"Se está trabajando en la buena dirección -prosigue- y el resultado de nuestra investigación ya podría plantearse para perfilar y desarrollar un proyecto en esta dirección. Los primeros ensayos ofrecen buenas perspectivas, aunque aún falta por desarrollar una segunda parte de los mismos y concluir el proyecto".
Según detalla Gertrudix, depurar es un proceso de filtrado por el que se eliminan elementos nocivos presentes en el molusco, como, por el momento, las bacterias (E. Coli o salmonela), aunque hay otros que hasta ahora no han podido ser eliminados, como las biotoxinas, más peligrosas que las anteriores, como es el caso de la DSP, o incluso la paralizante (PSP), que puede llegar a provocar la muerte. "Es mucho más complicado eliminar las biotoxinas que las bacterias -afirma Gertrudix- y que al mismo tiempo el animal no pierda fuerza ni valor comercial".
Precisamente en este punto se encuentran los ensayos de Gertrudix, para quien "el gran reto está en que se pueda depurar el bivalvo de forma satisfactoria de cara a eliminar las biotoxinas que pueda contener, pero sin que pierda calidad ni valor comercial porque el animal se suele debilitar mucho durante el proceso".
También habría que solventar, a juicio de este experto en la materia, que durante el proceso el molusco "no se recontamine con otros elementos, lo cual sigue siendo un riesgo".
En este sentido, Luis Javier Gertrudix insiste en que los ensayos realizados por el momento "ofrecen buenas perspectivas", mientras que "resta terminar de perfilar y modificar ese protocolo que tenemos ya desarrollado y plantear un proyecto de investigación respecto de la eliminación de las biotoxinas, para cuyos resultados definitivos sólo habría que esperar aproximadamente un año o, como mucho, 18 meses".
Gertrudix señala que también habría que hacer un esfuerzo en lograr una mayor concienciación del sector (mariscadores, compradores, mayoristas…) sobre la necesidad y la importancia de la depuración, al tiempo que pone sobre la mesa un dato revelador: "¿Cómo puede ser que a 24 euros el kilo se vendiese en Mercamadrid del 24 al 30 de agosto 12.550 kilos de coquina procedente de Huelva con el caladero totalmente cerrado, y otros 3.000 kilos del 8 al 14 de septiembre?". "Eso indica -concluye- que hay personas que han logrado enviar y poner a la venta el producto saltándose todos los controles".
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