Pilar barroso. Un merecido reconocimiento a la artista que reveló la luz y el alma de Huelva
La grandeza de Huelva se mide también en la autenticidad y la luz que sus artistas han sabido capturar. Pilar Barroso, figura pionera del arte contemporáneo onubense, ha dedicado su vida a una misión sencilla y profunda: mostrar a los demás esa visión de lo más hermoso de nuestra existencia, de nuestra cotidianeidad y de lo cercano. La Medalla de Oro de la Provincia reconoce esta trayectoria de más de seis décadas, marcada por la excelencia artística, la valentía y una fidelidad inquebrantable a su tierra. Pilar Barroso inició su andadura artística en la Huelva de los años cincuenta, un entorno de creación y aprendizaje en el estudio que compartían los maestros Pedro Gómez y Antonio León Ortega. Desde aquella etapa inicial, donde era apenas “una niña pequeña”, comprendió que pintar era mucho más que reproducir lo que se ve: era “sentir lo que se contempla y transmitirlo a los demás”. En una época en la que ser mujer y artista no era habitual, decidió abrirse camino con determinación, talento y una profunda vocación.
Muy joven se trasladó a Madrid, donde ingresó con notas sobresalientes en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y completó su formación en el Círculo de Bellas Artes. Su necesidad de absorber influencias la llevó a finales de los años sesenta a recorrer Europa, creando y exponiendo en Italia, Francia y Alemania. En esta etapa asimiló las influencias del expresionismo, contrastándolas con el impresionismo de sus primeros maestros, lo que dotó a su obra de una “sinceridad del trazo, el dominio del color y la fuerza de la composición”. En la década de los setenta, la pintora regresó a Huelva, instalando su taller y desarrollando una prolífica carrera que la convirtió en una de las artistas más reconocidas y queridas de la provincia. Su obra, que le ha valido la Medalla de la Ciudad de Huelva y una exposición antológica en el Museo Provincial, invita a la pausa, a caer en la cuenta de que “lo bello irremediablemente nos acompaña siempre”. Esta lectura de la existencia se refleja en su pintura, definida por unas pinceladas sueltas y plenas de luz, y por una paleta soberbia de color. Pilar Barroso corresponde a Huelva con un regalo: su capacidad de ver y de compartir esa luz con el mundo.
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