Una oruga pone en jaque a Hinojos

El Ayuntamiento inicia una recogida de firmas para que el Gobierno permita una fumigación aérea contra la plaga de procesionaria Los médicos han realizado más de 250 asistencias

Recogida de firmas para que se permita la fumigación aérea.
Carlos López Hinojos

30 de octubre 2015 - 05:01

Hinojos es un municipio asentado en las lindes del Parque Nacional de Doñana y ofrece un colchón verde que premia a sus ciudadanos con un entorno natural que una plaga de procesionaria (Thaumetopoea pitycampa) ha trasformado en una pesadilla, a consecuencia del alto nivel de infestación de los pinos.

Los 500.000 pelos urticantes que este insecto libera al aire han puesto en jaque a la localidad, cuyos ciudadanos vienen sufriendo numerosos cuadros de alergias, sobre todo durante el periodo de primavera. Esta es la razón que ha llevado al Ayuntamiento a lanzar un SOS para permitir una fumigación aérea de emergencia que mitigue la plaga que azota al municipio.

El alcalde, Miguel Ángel Curiel, destacó que aunque estos trabajos son ejecutados por la Junta de Andalucía, es en el Gobierno de España en quien descansa la responsabilidad de autorizar este tipo de tratamientos aéreos, "después de que en el año 2012 se diese luz verde a una normativa europea que prohíbe taxativamente este tipo de prácticas, a excepción de cuando existe un problema sanitario para la población". Desde la Corporación local se ha reclamado sin éxito autorización al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, quien alegó que en base a una legislación comunitaria es Sanidad quien tiene la última palabra en este campo. El Ministerio que dirige Alfonso Alonso es el que por el momento no se ha pronunciado al respecto.

Curiel señaló que trabajan a contrarreloj, puesto que el tratamiento contra los lepidópteros se ha de llevar a cabo durante la primera quincena de noviembre, al objeto de que los tratamientos sean efectivos. Lo idóneo, apuntó, es atajar la proliferación de la procesionaria antes de la llegada del invierno, fecha durante las cuáles la polilla aún no ha sufrido su metamorfosis que le dota del pelo urticante tan molesto para el humano. Una vez el ser vivo alcanza su edad adulta, el tratamiento no es igual de eficaz puesto que, aunque se logra la muerte del insecto, su pelo queda en el ambiente, generando esas molestias en los humanos y los animales. La procesionaria pasa por cinco estadios larvarios en un ciclo biológico. marcado por la temperatura ambiente.

El regidor socialista adelantó que junto a la recogida de firmas que se inició ayer jueves en el Ayuntamiento, en breves fechas se sucederán medidas más contundentes si "Sanidad no da luz verde a la Junta de Andalucía a fumigar con medios aéreos".

El Ayuntamiento de Hinojos llevó a cabo en el mes de febrero un tratamiento alternativo y más ecológico que la fumigación aérea, al inyectar el producto directamente en el suelo mediante el uso de mangueras que fumigan directamente sobre la tierra desde la que pasa al subsuelo. Este tratamiento se llevó a cabo en los parques, jardines y zonas más próximas al núcleo urbano para lograr un perímetro de protección más próxima a la ciudadanía. Sin embargo, debido a la enorme masa verde que integran el término municipal, la Consejería de Medio Ambiente procedió al tratamiento con otra técnica que aplica el insecticida desde el suelo apuntando directamente a la copa de los árboles y mitigando con ello los efectos sobre las aves.

Pero los resultados no ha sido los esperados. En 2015 los facultativos médicos han realizado 256 consultas relacionadas con la polilla, mientras que las farmacias han multiplicado por ocho la venta de antihistamínicos según informó el Ayuntamiento en un comunicado, que también subrayó la perdida de la visión en un ojo de una vecina.

Además, los niños son la población de mayor riesgo, por lo que los padres prohíben a los pequeños jugar en el bosque, así como llevar a los animales, dado que para los perros puede llegar a ser incluso mortal.

La fumigación en el Parque Nacional de Doñana está totalmente prohibida. La lucha contra la procesionaria tiene otras alternativas más ecológicas según apuntan desde Fertinyect. La empresa cordobesa viene desarrollando un tratamiento pionero que puede ser aplicado en espacios protegidos como Doñana, debido a que no conculca la normativa europea. La clave radica en que la 'medicina' preventivo es totalmente inocua para los ciudadanos, en contra de lo que ocurre con las fumigaciones.

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