Los robos han vuelto a los núcleos urbanos de Aljaraque y se han disparado entre las urbanizaciones de adosados de La Rábida. La forma de actuar de los asaltantes tiene atemorizados a los vecinos ya que se amparan en la noche, actúan de madrugada, y no les importa que las viviendas estén ocupadas. Afortunadamente, hasta ahora durante los incidentes no se han producido daños personales pues ninguno de los inquilinos se ha visto de frente con los atracadores. Las víctimas no se percataron de la situación hasta por la mañana, cuando se encontraron con la casa revuelta. Algo que despierta mayor temor entre los inquilinos pues sospechan que pueden llevar algún tipo de sustancia que les hunde en un estado profundo de sueño.

A la oleada de asaltos que desde hace semanas vienen denunciado los vecinos que ocupan el recinto rabideño del término municipal de Palos de la Frontera, se suman ahora los incidentes que se han producido en algunas de las viviendas de los núcleos aljaraqueños de Bellavista, La Dehesa y La Monacilla. Aquí varias casas fueron asaltadas y se han detectado diversos intentos de robos o robos de escasa consideración que no han pasado de los jardines de las viviendas.

Pero la situación más grave se ha producido en La Rábida donde han llegado a entrar en casas protegidas con perros adiestrados. Es en esta zona donde existe mayor temor entre los vecinos.

Al parecer, el modus operandi de los atracadores es similar en los dos términos municipales donde se han localizado los robos. Se sospecha de que se trata de una banda de individuos que utiliza un vehículo pequeño para poder pasar inadvertidos. Los individuos actúan de noche y se protegen con ropa oscura y pasamontañas para dificultar su identificación en caso de que se crucen con alguien. Lo cierto es que no arriesgan y huyen en cuanto detectan que pueden ser descubiertos. Según los vecinos de La Rábida, una de las pistas que sigue la Guardia Civil es la declaración de los operarios del servicio de recogida de basura que facilitaron algunos datos sobre el aspecto de los atracadores cuando intentaban entrar en una vivienda. Estos salieron huyendo en cuanto escucharon el camión.

El alcalde de Aljaraque, David Toscano, reconoció ayer incidentes aislados, concretamente dos robos, uno antes del  12 de octubre y otro en la última semana. A estos se suman algunos sucesos más que no pasaron del grado de tentativa.

Los vecinos de Aljaraque ya saben lo que es una oleada de robos pues hace tres años durante varios meses, también entre finales y principios de año, fueron víctimas de continuos asaltos en sus viviendas. Los incidentes de entonces tenían características similares a los que se están denunciando ahora.

Durante la tarde de ayer un helicóptero de la Guardia Civil sobrevoló el término municipal de Aljaraque de forma preventiva y diversas patrullas recorrieron las calles de las urbanizaciones a pie.

Pero los asaltos no se han limitado a las viviendas, sino que también se han extendido a los ayuntamientos de los municipios del área metropolitana de la capital. El más reciente tuvo lugar en el edificio consistorial de Gibraleón donde los atracadores entraron por la ventana del despacho del secretario del Ayuntamiento, aunque tan sólo lograron llevarse un teléfono. Algo más consiguieron los atracadores que actuaron en el de San Bartolomé de la Torre donde, al parecer, consiguieron huir con varios ordenadores y material de oficina. Tanto es así que los incidentes han trascendido a otras corporaciones locales que van a empezar a tomar medidas para evitar posibles.