Tal ha sido el revuelo que se ha montado en Lepe que hasta el hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora de la Bella de la localidad se vio obligado ayer a convocar de forma urgente una rueda de prensa para explicar lo sucedido.

Bien es cierto que todo lo que tiene que ver con la Patrona de la ciudad costera levanta pasiones y muchas, entre sus numerosos hermanos y fieles.

En esta ocasión, el tema tiene que ver con la publicación en un perfil de Facebook de una fotografía con una misteriosa cara de la Virgen de la Bella que hasta el momento nadie conocía. La imagen se extendió por la red social como un verdadero reguero de pólvora, dando pie a todo tipo de comentarios. Algunos de ellos han llegado a poner en duda hasta la autenticidad del rostro de la verdadera Virgen, que se encuentra en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, a la que veneran desde hace siglos miles de leperos. En una entrada en el perfil en el que se publicó la fotografía se puede incluso leer: "Cuando yo era monaguillo, mi tío el sacristán me contó que cuando el Movimiento tirotearon la imagen de la Bella…, y posiblemente le cortaron la cabeza…, y alguien tuvo el acierto de guardarla…, puede ser".

El caso es que el asunto incluso "ha podido herir los sentimientos de numerosos hermanos y devotos", en palabras del hermano mayor de la hermandad, quien se mostró muy tajante en la rueda de prensa que ofreció para "desmentir todas las informaciones y rumorologías surgidas en las últimas horas a través de las redes sociales", a la vez que descartó rotundamente que el misterioso rostro de la Virgen "pueda pertenecer a ninguna antigua cara o imagen" de la Patrona de Lepe.

Con abundante documentación bajo el brazo, Rodríguez Lagos explicó que el rostro no es más que un molde o boceto de la Virgen realizado en Madrid por el restaurador Juan Luis Vasallo entre los años 1962 y 1963, con motivo de unos trabajos de restauración a los que fue sometida la verdadera talla de la Virgen. "Así se constata en las actas de la época de la hermandad -añadió-, en las que se reproduce una carta manuscrita del propio Vasallo, donde explica de su puño y letra que realizó tal molde para, en el caso de que la restauración no fuese bien, tener una referencia con la que devolver la cara de La Bella a su estado original, sobre todo en cuanto a las tonalidades de color".

El caso es que la hermandad "se despreocupó" de ese molde y creyó que había sido incluso destruido por su autor. No obstante, Bella Pilar, antigua camarista de la Virgen y recientemente fallecida, en un viaje a Madrid visitó al restaurador, quien al parecer le entregó el molde, el cual conservó en su casa hasta su fallecimiento, sin que nadie tuviese conocimiento de tal asunto.

Tras la muerte de Bella Pilar, y tras conocer que en su testamento dejó escrito que donaba el rostro a la hermandad, sus familiares lo entregaron recientemente a la junta de gobierno, que lo mantienen "provisionalmente custodiado en la caja fuerte de la casa hermandad de la Bella". No obstante, añadió Rodríguez López, "antes de que se nos entregase, le hicieron las fotografías que a la postre publicaron en la red social de Facebook, lo cual fue la verdadera causa de que se haya disparado la rumorología".

Por ello, quiso dejar claro que las fotografías "han sido realizadas y se han hecho públicas antes de la entrega del molde a la hermandad y, por tanto, sin su consentimiento". Un hecho hacia el que mostró su "más enérgica repulsa", pese a reconocer al mismo tiempo estar seguro de que "todo se ha hecho desde el desconocimiento de las repercusiones que ello podría conllevar, como así finalmente ha sido".

Sobre el futuro del molde, Rodríguez Lagos quiso aclarar que, pese a tener conocimiento de la existencia del molde antes de que el asunto trascendiera a la opinión pública, "no tenemos nada que ocultar" y "lo que hemos querido es respetar los plazos legales de los testamentos y custodiarlo hasta que oficialmente se pueda dar cumplimiento al testamento de Bella Pilar".