El mayor movimiento sísmico que pueden recordar los onubenses en vida, es el que tuvo lugar el 28 de febrero de 1969. El terremoto fue de 7,3º en la escala Richter y según cuenta la prensa de la época afectó a 250 edificaciones de la capital, de las que 18 presentaban peligro de derrumbamiento. Localidades como Trigueros, Isla Cristina o Ayamonte también padecieron los efectos del seísmo.

La provincia se encuentra relativamente próxima a una zona de fricción en la que coinciden diferentes fracturas. Está contigua al Banco de Gorringe (al sudoeste del cabo San Vicente) y para algunos expertos, como es el caso del profesor Francisco Manuel Alonso, del Departamento de Geodinámica de la Universidad de Huelva (UHU), el posible origen de terremotos como el de Lisboa de 1755 -de gran impacto en Huelva- o de los que habitualmente se sienten en la provincia onubense.

El gráfico de la derecha, que gentilmente ha sido facilitado por Francisco Manuel Alonso y que tiene carácter de inédito, muestra con toda claridad, la actividad sísmica que se ha registrado cerca de Huelva durante la última década. El investigador indica que la situación en la que se encuentra Huelva debe transmitir tranquilidad que no debería eximir a las autoridades, de informar a la sociedad de que "nos encontramos ante un fenómeno que surge con cierta periodicidad y lo mejor es asimilar que es algo natural; cuanto más lo veamos así y no como algo excepcional, mejor lo podremos afrontar. A la gente hay que informarla en positivo".

Francisco Manuel Alonso sostiene que el mayor riesgo que corre la capital es el tsunami, tal y como sucedió en el terremoto de Lisboa. Aun así, "tenemos que tener presente que cuando hemos alcanzado 5º no se ha creado alarma y cuando se llegó en 1969, a 7,3º no hubo 'tsunami". Los niveles habituales en Huelva oscilan entre 6,2º y 5º.

Tras el movimiento del 20 de diciembre de 1989 de 5,6º, la provincia ha temblado en otras ocasiones. Los más relevantes se registraron el 13 de diciembre de 2004, con 5,5º; el 12 de febrero de 2007 con 5,9º y el 17 de diciembre de 2009, con 5,7º. El de 2007 incluso llegó a provocar un pequeño tsunami con una ola de medio metro por lo que pasó desapercibido.

Alonso no descarta que se implementaran medidas de aviso ante una ola ya que presumiblemente, tardaría en llegar a la costa onubense una media hora, aunque la capital se encuentra más protegida que en el siglo XVIII.